Sevilla, 13 - Febrero - 2022
Muy querido P. Marcelino S.J:
¿Qué tal se encuentra de salud? Esperamos que se encuentre perfectamente; y este coronavirus que nosotros hemos pasado, a usted no llegue ni tan siquiera a rozarle, ese es nuestro deseo.
Perdone nuestra no asistencia a las distintas celebraciones en la parroquia, más especialmente a la Eucaristía, dada mi limitación física que a lo largo de estos dos años se ha incrementado y me impide apenas andar, voy con dos bastones desde la cama al ordenador, o al cuarto de baño, Necesitando la ayuda de Manolo mi marido, en todo lo que concierne a mi persona, en todas mis necesidades de higiene personal y demás..., y que es también quien lleva todas las riendas de la casa.
"Nuestra indiferencia los condena al olvido", este es el lema para esta Jornada de Manos Unidas.
Recordamos las palabras del Papa Francisco en otra Jornada Mundial de los Pobres:
"Indiferencia, es decir, no es algo que me concierne, no es mi problema, es culpa de la sociedad, es mirar para otro lado cuando el hermano pasa necesidad, es también indignarse contra el mal, pero no hacer nada. Y sin embargo se nos preguntará, si nos hemos indignado con razón y nos hicimos el bien".
Ya que no nos podemos ofrecer personalmente, para las distintas actuaciones de la parroquia como antaño: catequesis, comedor, visitas a ancianos solos y a enfermos del barrio..., aquí va nuestro pequeñito granito de arena, unido a un trocito de nuestro corazón donde caben todos los olvidados, para como dice el lema de esta Jornada: "Que nuestra indiferencia no los condene al olvido".
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