"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
"Ven
Espíritu Santo. Porque yo fui creado para encontrar la felicidad, la verdadera
paz, el gozo más profundo, pero todo eso sólo se encuentra en ti. Las cosas de
este mundo me dan alguna felicidad, pero al final siempre me dejan vacío y
necesitado.
Por eso
te ruego, Espíritu Santo, que me des la gracia de abrirte mi interior y de
amarte con todo mi ser, para alcanzar el gozo que vale la pena. Quiero gozar de
tu amistad, tu cariño, tu abrazo de amor, tu fuego santo. No permitas que me
absorban las cosas del mundo y tócame con la caricia suave y feliz de tu
ternura.
Ven
Espíritu Santo, para que pueda entrar en el corazón de Jesús, para que sienta
el llamado del Padre Dios que siempre me espera.
Ven
Espíritu Santo.
Amén".
Oración de meditación inspirada en la reflexión del domingo 23 de febrero de 2025
“Ven, Espíritu Santo, fuente de la verdadera alegría. Tú me creaste para la felicidad plena, pero tantas veces busco gozos pasajeros que no llenan mi corazón. Hoy reconozco que sólo en Ti encuentro la paz duradera, el amor que no falla, el abrazo que nunca me deja vacío.
Derrama sobre mí la gracia de abrirte mi interior, de buscarte con todo mi ser, de amarte por encima de todo. No permitas que me distraiga con lo superficial ni que mi corazón se pierda en lo efímero. Llévame al gozo profundo de tu presencia, a la ternura infinita de tu amor.
Ven, Espíritu Santo,
y llévame al corazón de Jesús. Que pueda escuchar la voz del Padre, que siempre
me llama y me espera con amor eterno.
Amén”.
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