"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
“Ven
Espíritu Santo, a despertar mi vida interior. Ven a elevar mi corazón en
gratitud.
Todo
el universo es una alabanza gozosa para el Padre Dios. Lo adoran los pájaros
cantando, lo adoran los arroyos corriendo entre los cerros, lo adoran el sol y
la luna iluminando.
Ayúdame
Espíritu Santo, a compartir esa alegría de todo el universo. Enséñame a vivir
con la sencillez y el gozo que tienen tus criaturas más simples. Quiero
alegrarme con el color de las piedras, con la forma de las nubes, con la
sencillez de la hierba y de las flores.
Espíritu
Santo, lleno de vida purísima, vitalidad siempre nueva. Tú has querido derramar
vida en el universo, y por eso existe la multitud variada de todas las
criaturas.
También
yo soy una llama de vida que tú has querido encender con tu poder sin límites.
Te doy gracias, Señor, por el milagro de mi vida, porque me sacaste de la nada.
Porque yo podría no existir, y sin embargo aquí estoy, sostenido por tu
infinito poder.
Concédeme
Señor, que pueda valorar y gozar esta vida que me das, que aprenda a
disfrutarla con alegría y gratitud. Espíritu Santo, que hoy pueda alegrarme
contemplando cada cosa, reconociendo la hermosura que has puesto en todos los
seres.
Lléname
de la alegría cósmica que invade todas las cosas, tú que eres el sublime
Espíritu que todo lo llena.
Amén”.
Oración para el sábado 23 de noviembre de 2024
"Espíritu Santo, al llegar al final de esta semana, me acerco a Ti con gratitud por todo lo que he vivido. Cada día fue un regalo lleno de desafíos y bendiciones, de alegrías y aprendizajes. Ven y despierta mi corazón para que pueda reconocer tu presencia en cada paso de mi camino.
Hoy quiero unirme al canto de la creación, que te alaba en cada rincón del universo. Que mi alma aprenda de la sencillez de las flores, del movimiento sereno de los ríos y del brillo de las estrellas. Espíritu Santo, enséñame a valorar lo que a veces pasa desapercibido: el aire que respiro, la luz que ilumina mis días, la calidez de quienes me rodean.
Te agradezco por el milagro de la vida que me das y por sostenerme en los momentos difíciles de esta semana. Ayúdame a soltar lo que me pesa y a guardar en mi corazón lo que me llena de esperanza. Haz que mi espíritu se renueve con la alegría de saberme parte de tu creación, amado y sostenido por tu infinita bondad.
Espíritu de vida, lléname de paz mientras cierro esta semana. Que pueda enfrentar lo que viene con confianza, viviendo con gratitud cada instante y descubriendo tu hermosura en todo lo que me rodea.
Amén".
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