"Ventana abierta"
Comentarios breves de Benjamín González Buelta, S.J.
El rechazo agresivo o la desconfianza de tono bajo acompañan en algún momento a los enviados por Dios para anunciar un mensaje de vida nueva que exige apartarse de prácticas nocivas arraigadas. También desde la propia debilidad somos combatidos como Pablo para limitar nuestro compromiso.
Cuando Jesús regresa a Nazaret, yo lo precedía el rumor popular que se desplazaba por los caminos de boca en boca deformando los hechos. Una gran expectativa se había formado entre los vecinos de Jesús. Cuando escuchan la nueva propuesta de Dios a su pueblo, se llenan de preguntas. ¿No es este el carpintero al que hemos visto crecer en medio de nosotros? La evidencia de tantos años no pudo ser removida por la palabra y algunas curaciones.
El fracaso forma parte del servicio. Jesús se extrañó de su falta de fe, como nosotros también lo experimentamos. Tenemos que sacudirnos las sandalias para que el polvo del fracaso no paralice nuestros pasos. Jesús siguió enseñando en las aldeas vecinas. Pablo pidió ser liberado de su límite, y Dios lo escuchó. No le quitó el límite, sino que le dio un espíritu más fuerte que la queja paralizante del límite: el Espíritu de Resucitado de la muerte.
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