"Ventana abierta"
LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO
Web católico de Javier Olivares
Una vez, un padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a una excursión por el campo, con el firme propósito de que viera cuán pobre era la gente del campo, que comprendiera el valor de las cosas y lo afortunados que eran ellos.
Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en la granja de una
familia campesina muy humilde.
Al concluir la excursión y de regreso a casa, el padre le
preguntó a su hijo:
- ¿Qué te pareció el viaje?
- !Muy lindo papá!
- ¿Viste cuán pobre y necesitada puede ser la gente?
- ¡Sí!
- ¿Y qué aprendiste?
Que nosotros tenemos un perro en casa, y ellos tienen cuatro.
Nosotros tenemos una piscina de 25 metros, ellos tienen un arroyo que no tiene
fin. Nosotros tenemos lámparas importadas en el patio, ellos tienen miles de estrellas.
Nuestro patio llega hasta el límite de la casa, el de ellos tiene todo el
horizonte.
Especialmente papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en
familia.
Tú y mamá tenéis que trabajar todo el tiempo y casi nunca os veo y rara es la
vez que charláis conmigo.
Al terminar el relato, el padre se quedó mudo...y su hijo agregó:
Gracias papá, por enseñarme lo ricos que podríamos llegar a ser.
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