"Ventana abierta"
EL CORAZÓN PERFECTO
Web católico de Javier Olivares
Un día un hombre
joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón
más hermoso de toda la comarca.
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos
admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en
él ni máculas ni rasguños. Sí, coincidieron todos que era el corazón más
hermoso que habían visto. Al verse admirado, el joven se sintió más orgulloso aún,
y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto
lugar. De pronto, un anciano se acercó y dijo: ¿Por qué dices eso, si tu
corazón no es ni aproximadamente tan hermoso como el mío?
Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el corazón del
viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de
cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido
reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se
veían bordes y aristas irregulares en su derredor. Es más, había lugares con
huecos, donde faltaban trozos profundos.
La mirada de la gente se sobrecogió - "¿Cómo puede él
decir que su corazón es más hermoso?", pensaron...
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado
desgarbado, se echó a reír.
"Debes estar bromeando," dijo. "Compara tu
corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de
cicatrices y dolor.
"Es cierto," dijo el anciano ", tu corazón
luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo... Mira, cada cicatriz
representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi
corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su
vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó
abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me
alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido.
"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a
alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí
quedaron los huecos. Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas
heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando
y alimentan la esperanza, que algún día -tal vez- regresen y llenen el vacío
que han dejado en mi corazón." ¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente
hermoso?".
No hay comentarios:
Publicar un comentario