"Ventana abierta"
REBELIÓN Y ESPERANZA
P. Horacio Solís Iglesias. S.S.P.
Aquí estoy
He pensado en ti y en aquellos momentos que te apetece compartir. Aquí me tienes.
La rebelión
y la protesta juveniles marcan hoy, consciente o inconscientemente, un claro
objetivo: La fraternidad universal. En el comportamiento de la persona hay un
resorte que revela la perfectibilidad humana: La rebelión.
Si existe una rebelión sincera, una
disconformidad razonable, una inquietud pujante; es señal de que algo puede y
debe marchar mejor. Toda auténtica rebelión implica una búsqueda responsable,
toda búsqueda lleva a una elección y ésta a un compromiso.
Comprometerse exige: Acoger, respetar, creer en
los demás y en uno mismo. Hay muchas formas de rebelarse y de protestar:
Gritos, en silencio… Una sociedad montada sobre la superficialidad, el
utilitarismo, el consumo, la ambición, la hipocresía, la manipulación, la
marginación, los intereses de todo tipo, etc. etc.
Los jóvenes protestáis también: porque la luz y
la ilusión se van apagando… Porque vuestros nobles ideales se estrellan contra
tantos intereses egoístas. Porque la cultura y el progreso instrumentalizan a
las personas. Es verdad que existe la otra cara del reverso de la medalla.
La gran masa de los jóvenes que ni se
compromete, ni comprometen, viven simplemente el conformismo. Los ha vencido
los antivalores, el egoísmo, la comodidad, el miedo… el fracaso de sus
intentos.
En el campo de la vida siempre se dan o se ven
horizontes de esperanza. Sería un grave error histórico, ignorar por nuestra parte
y por la vuestra, que existe una juventud capaz de comprometerse seriamente
hasta las últimas consecuencias y otra juventud que hace el juego a una
sociedad empeñada en crear una juventud conformista, amorfa, erotizada, drogada
y consumista.
Resulta estéril quedarse en la superficie y en lo teórico o en la simple protesta y rebelión. Es necesario vivir día a día lo que se cree. Ser protesta viviente. Vosotros, jóvenes, estáis más predispuestos a lo nuevo, a la aventura de la vida, a lo original, a la esperanza, al optimismo, a la entrega, a la alegría y a la ilusión. Jóvenes, construir la fraternidad universal. Vivid y contagiad la inigualable vocación vuestra.
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