"Ventana abierta"
RINCÓN PARA ORAR
SOR MATILDE
SOPLÓ SOBRE ELLOS Y LES DIO EL ESPÍRITU SANTO
19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.»
20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.
21 Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.»
22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.
23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» (Jn. 20, 19-23)
Estamos ante el relato de la aparición de Jesús el primer día de la semana que, no es el Sabbat judío o “día del Señor”, sino el día siguiente, el Domingo, que fue cuando Jesús resucitó. Así, se inaugura la Pascua cristiana, dejando invalidada la Pascua judía, al cumplirse en Cristo, todas las promesas de la Pascua judía, porque realmente, Jesús, es el verdadero Cordero inmolado en la Cruz que, con su Sangre, ha lavado todos los pecados y restaurado la Creación Nueva...
Este Jesús, que es el Hijo del Padre y a quien Éste resucitó de entre los muertos, se aparece a los apóstoles y les asegura que está vivo. Sus llagas en manos y pies les certifican de su autenticidad: ¡es Jesús mismo que, vive de una forma nueva: resucitado!... Y su presencia, rompe “las puertas atrancadas” que, alimentaban el miedo... ¿Miedo a qué?: a los jefes judíos que, podían darles muerte, como hicieron con su Maestro bueno. ¡Pero cuándo aparece la vida, ya nada puede matarnos porque Él, es también la Paz que, la da, a los que creen en Él! ¡Entonces, todo se torna seguridad y alegría!... En este momento de desbordarse los corazones de los discípulos, Jesús, sigue actuando y “sopla sobre ellos”, les insufla su Espíritu Santo que, es su aliento de vida ¡y ésta, resucitada!...
Cuando al comienzo de la creación, Dios dio vida a todos los seres, “soplo” sobre ellos, su aliento de vida natural. Pero ahora, este respirar de Cristo, les hace “criaturas nuevas”, capaces de recibir toda la fuerza y la gracia que les da el Resucitado: vida divina capaz de ir a todas las gentes, con esta fuerza, y hablarles vitalmente, de todo este Misterio de amor que, Dios Padre, ha realizado en su Hijo Jesús, la Palabra, enviándolo a la tierra: “como el Padre me ha enviado, así os envío yo: permaneced en mi amor”...
Pero la plenitud de este envío se realizó cincuenta días después de la Resurrección de Jesús, el día de Pentecostés, dándose en plenitud, el envío de “la promesa de mi Padre, el Espíritu Santo de Dios”, el Espíritu de Santidad, el Amor en persona... “Reunidos todos en una casa y esperando en oración, de repente, un viento arremetió toda la casa y unas lenguas de fuego, se posaron sobre cada uno de los discípulos, dándoles, con este ardor del Espíritu, un hablar nuevo que, cada uno entendía bien en su propia lengua”: Esta página del Evangelio, es el reverso del pecado de la Torre de Babel, donde todas las lenguas se confundieron y no se comprendían unos a otros... Y es que, el Espíritu, es Espíritu de unión hasta en el hablar, porque el fin de esta Palabra, son las alabanzas de Dios...
No hay comentarios:
Publicar un comentario