"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES TENER PACIENCIA
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
CON CALMA
En muchas salas del convento la luz está dividida por
secciones: hay varios interruptores para encender más o menos bombillas, en
función de lo que necesites.
El otro día fui a una de esas salas y pulsé el primer
interruptor. No sucedió nada. “Vaya, se ha fundido”, dije. Di al siguiente, que
funcionó a la primera.
Ayer volví a la misma sala y, de nuevo, presioné el
primer interruptor. Ninguna luz... “¡Ay, sigue fundida...”, pensé, mientras
daba al segundo. Cogí lo que necesitaba y salí, apagando el interruptor.
Al poco, por el pasillo me llegó el sonido de dos
hermanas que comentaban:
-Mira, alguien se ha dejado la luz encendida.
-No se habrá dado cuenta... Como esta bombilla nueva
tarda en encenderse, habrá pensado que no funciona...
¡Habían dado en el clavo! ¡Me faltó la paciencia! Y es
que hay cosas que, realmente, necesitan su tiempo. Si es así en una simple
bombilla, ¡imagina para que nuestro corazón brille en todo su esplendor!
Muchas veces he pensado que el Señor es un poco...
“lento”. Es cierto que sus tiempos no son los nuestros, ¡pero a veces me
gustaría que obrase con más velocidad! Sin embargo, hoy he entendido que Cristo
no es lento... sino paciente.
Él sabe bien que los procesos son necesarios, ¡que es
precisamente caminando como mejor aprendemos! Y, por eso, sabe esperar, nos
deja ir descubriendo poco a poco los secretos de nuestra alma. Y, es tan bueno,
que no se impacienta nunca, ¡pues sabe que a nadie nos gusta que nos metan
prisa!
Decía un escritor que, en esta sociedad tan eficaz, la
mayor prueba de amor es ser capaz de perder el tiempo con alguien, ¡no hacer
nada, solo estar! Pues en esta sociedad, Jesús ha demostrado, una vez más, que
nos ama hasta el extremo de esperar a nuestro lado, ¡incluso por años!
Hoy el reto del amor es tener paciencia. ¡Y en primer lugar, contigo mismo! Cristo no espera que recorras todo el camino de un salto, sino que vayas paso a paso, día a día, ¡vela a vela, como nuestra corona de Adviento! Si hoy descubres pobrezas en ti, debilidades, errores... no desesperes: ¡Cristo sigue trabajando en ti! Pide perdón, sigue caminando, ¡y daLe tiempo! Recuerda que Él prometió hacerte “luz del mundo”, ¡no descansará hasta que tu bombilla ilumine la oscuridad! ¡Feliz II Domingo de Adviento!
VIVE DE CRISTO
http://dominicaslerma.es/https://t.me/RetoVivedeCristo¡Feliz día!©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial.
Sólo se permite un uso para actividades de evangelización
siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
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