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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

lunes, 11 de octubre de 2021

Una meditación para cada día. Un mensajero de cuatro patas. Lunes, 11 - Octubre - 2021

 "Ventana abierta"

La Buena Semilla

Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos.

Salmo 119: 162

Tu dicho me ha vivificado.

Salmo 119: 50

Un mensajero de cuatro patas

Sucedió en China, alrededor de 1920, en un hospital misionero de Shanghái. Un perro entró en el patio y buscó en una papelera algo para comer. Con sus dientes atrapó los restos de un viejo libro y los llevó hasta el campamento militar, cerca de allí. Los soldados vieron al perro con su botín. Intrigados, lo persiguieron, tomaron las hojas y comenzaron a leer. Eran páginas de una Biblia en chino, varias páginas del Antiguo Testamento.

Los soldados se interesaron mucho en esos textos antiguos. Descubrieron cómo Dios, desde tiempos remotos, dirigió a hombres y mujeres de fe, incluso a todo el pueblo de Israel.

Decepcionados por tener un libro incompleto, supusieron que el perro habría encontrado aquellas hojas en el patio del hospital cercano. Entonces fueron allí y preguntaron al hombre encargado de este asunto:

– ¿Sería posible obtener un ejemplar de este libro en buen estado?

– ¡La Biblia! Por supuesto… Es la Palabra de Dios dirigida a todos nosotros.

El hombre les dio varios ejemplares, pero no fueron suficientes… Todos querían leer la Palabra de Dios. ¡Hubo que llevarles Biblias dos y tres veces!

Poco después eran cada vez más numerosos los soldados que asistían a los cursos bíblicos impartidos en el hospital. Varias veces un misionero fue a explicarles más concretamente el mensaje del evangelio de Dios relacionado con su Hijo (Romanos 1: 2). Muchos recibieron a Jesucristo como su Salvador y Señor.

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