"Ventana abierta"
GESTOS QUE DELATAN LA FE
Que la fe entre tantas bendiciones incluye la
de una nueva forma de mirar lo que nos rodea es innegable. Y en ese afán de
compartirla con los demás hay quienes ponen de manifiesto en sus obras, sean
modestas o de alto valor, permanentes o efímeras, su creatividad. Se sirven
para ello de cualquier elemento. En la arena de las playas se pueden contemplar
belenes, escenas de la pasión, imágenes de santos… En las rocas naturales se
han cincelado figuras de María, siendo más frecuentes en los troncos de
árboles, aparte de otras muchas talladas en montañas que recuerdan valores
universales, como es la maternidad y el derecho de toda persona a que su vida
sea respetada desde el principio hasta el fin. Sería interminable la lista de
creaciones artísticas que se encuentran diseminadas a lo largo y ancho del
mundo porque sus autores dieron rienda a su inspiración tomando (o
aprovechando) elementos de la naturaleza.
El reciente temporal de nieve que ha barrido la
geografía española ha permitido recuperar el entrañable muñeco que antaño era
habitual en numerosas poblaciones en esta época del invierno. Cada uno ha
puesto en ello su ilusión y empeño, tal vez para compartirlo en las redes
sociales o simplemente para disfrute propio en el jardín de su hogar. Algunos,
me gustaría creer que pocos, han sacado de sí lo soez y en la nieve han vertido
sus oscuras pasiones justificando lo que dice el evangelio, que de la
abundancia del corazón habla la boca o en este caso sus manos, ya que con ellas
han elaborado imágenes groseras.
Pero la fe siempre es luminosa. La acompaña la
belleza, el buen gusto y ha habido quienes la han puesto al alcance de los
demás, sin afán crematístico alguno, siendo inductores de nobles sentimientos a
través de la abundante nevada que ha traído consigo Filomena. Es lo que ha
hecho el sacerdote Toño Casado, vicario de una parroquia madrileña, a cuyas
puertas ha realizado un crucificado magnífico que no podía dejar a nadie
indiferente. Toño, bien conocido por su versatilidad artística ya que es
músico, compositor, director, artífice del formidable espectáculo “33, el
Musical”, finalista en la novena edición de los galardones internacionales
Broadwayworld Spain como mejor director y mejor musical original, ha dejado
claro su propósito y así en la revista Ecclesia ha manifestado:
«Jesús se muestra en la belleza de las cosas y en la nieve también. Es bonito
compartir la belleza de Jesús con los demás. Esa era mi intención».
No hay más que añadir. Un apóstol no pierde el tiempo; siempre persigue cómo dar razones de su fe y de su esperanza de la forma más hermosa. Y a ser posible involucra a los demás. Toño lo ha hecho contando con la colaboración de la periodista Mariló Montero, vecina suya, para realizar esta bonita obra. Una formidable lección.
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