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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

domingo, 12 de junio de 2011

"Ventana abierta"




"...Y al volante el Espíritu".


En Pentecostés celebramos la Venida del Espíritu Santo traído por Jesús de parte del padre.
El Espíritu Santo es la energía de Dios, y como toda energía hace funcionar.
Un electrodoméstico desconectado de la red, se transforma en un bulto inútil, pero con energía eléctrica sirve para aquello para lo que ha sido hecho: si es una estufa emite calor, si es una radio música etc... 
Si tenemos la energía de Dios, la Vida misma de Dios, el Espíritu, entonces somos aquello que verdaderamente somos, nos desarrollamos en nuestras posibilidades y también podemos realizar la misión que mejora nuestro entorno.
Por eso hay que darle "cancha" al Espíritu, ponernos a la escucha, abrirle la puerta, seguirlo, o como dice el poeta Rafael Prieto: "Darle y ponerle al volante de nuestro coche":

"¡Ven Espíritu Santo Conductor!,
pongo en tus diestras manos el volante
de mi vida agitada, trepidante
que se mueve sin rumbo y con temor.

Sé Tú mismo el volante y el motor
de mi coche cansino y renqueante,
vayamos en carrera fascinante
por la hermosa autopista del amor.

Nuestro viaje florece en esperanzas
y estimula a muchos conductores,
se intercambian servicios y favores
y la marcha es un himno de alabanza
y una voz interior me está diciendo:
¡¿ves? tú y yo, somos uno conduciendo!".


El Espíritu cambia nuestra vida a mejor, y lo hace también entre otras cosas, cambiándonos muchos criterios para hacernos más parecidos a Cristo.


A veces tenemos la dificultad de cómo actuar por ejemplo con personas que nos caen mal, que son antipáticas, que nos han hecho daño; y aunque queremos hacer el bien, siempre en nosotros hay como un dolor de estómago, porque seguimos pensando de esas personas de determinada manera; solamente cuando se cambia la manera de verlas, se puede cambiar la manera de tratarlas y la manera de actuar.
Está la voz del Espíritu, que nos hace entrar en los criterios, en la mirada, en la manera de actuar de Cristo.


Dice el Vaticano II, que:
"El Espíritu de Dios con admirable Providencia, guía el curso de los tiempos y renueva la faz de la tierra".


Decir :
"Creo en el Espíritu Santo -como decimos en el Credo- significa ante todo creer en el Espíritu, no ser una persona materialista, sino querer descubrir la otra dimensión de lo que existe.
Creer en el Espíritu Santo es creer en que Dios llena todo el Universo, el Cosmos; es creer en el Espíritu que movía a los profetas y sobre todo que movió a Jesús.


El Espíritu Santo en nuestras vidas.


Los cristianos estamos acostumbrados a dirigirnos a Dios Padre, y frecuentemente sentimos la cercanía de su Hijo Jesucristo. Sin embargo, estamos menos preparados para comprender todo lo que se refiere al Espíritu Santo y para sentir su presencia en nuestras vidas.


En la larga preparación del Gran Jubileo de 2000, hubo años dedicados a cada una de las Tres Personas de la Santísima Trinidad.
El año 1998 los cristianos tuvimos una gran oportunidad para centrar la atención en el Espíritu Santo, el gran desconocido.


A todos nos resulta fácil recordar las escenas bíblicas en las que aparece más o menos explícitamente el Espíritu.
En el pasaje de la Creación del mundo, aparece el Espíritu de Dios aleteando sobre las aguas.
Resultan también enormemente sugerentes otros relatos del Nuevo Testamento que han sido muy abordados por las artes plásticas:
Así ocurre con la Anunciación a María, a la que el Espíritu Santo cubrió con su sombra.
Así también en el Bautismo de Jesús a orillas del Jordán, justamente en el comienzo de su vida pública.
Y así cuando se produce la irrupción con la fuerza de un viento impetuoso, en el momento en que estaban los Apóstoles reunidos en el Cenáculo, después de que el Maestro ascendiera al Cielo.


El día de Pentecostés nace la Iglesia.
Jesús, el Maestro, había prometido a sus discípulos enviarles el Espíritu Santo Consolador.
 El Espíritu fue derramado sobre Cristo y Cristo lo derramó sobre su Iglesia.
El Espíritu actúa eficazmente en la Iglesia por medio de los sacramentos, y los cristianos recibimos de Él, la fuerza para ser testigos de Jesucristo, en medio del mundo.


Podría decirse que los llamados: "Nuevos Movimientos", surgidos en la Iglesia después del Concilio Vaticano II, han sido los que más han revalorizado la Presencia del Espíritu Santo en la vida del creyente.
Dios se hace humano en Jesús, y el Espíritu de Dios se hace presente en el camino de los hombres del mundo y de la historia.
El Espíritu que habita en aquellos que se dejan enriquecer y fecundar por la actuación de Dios, es y actúa como una fuerza creadora, como un viento transformador.


Los cristianos estamos llamados a vivir la comunión -común unión- a realizar actos de servicio en favor de los más necesitados: Es el Espíritu Santo el que crea esa unidad fraterna y la anima sin cesar.
Pentecostés es la fiesta del compromiso solidario y gozoso en la instauración del Reino de Dios en este mundo; porque Él se ha revelado como Amor para los hombres e invita a abrirse generosamente a los demás como lo hizo el mismo Espíritu de Dios en el momento de la Creación del mundo.


Uno de nuestros buenos poetas, tiene escrito lo siguiente:
"Tras la vida y el sueño, hay una tercera cosa, adivínala".


No hace falta preguntar, ya lo hemos adivinado, se nota en el rostro, y es que lo llevamos dentro de nosotros mismos desde el día de nuestro Bautismo o desde el día de nuestra Confirmación, esa realidad es la Tercera Persona  de la Santísima Trinidad, es el Espíritu Santo, el Espíritu de Jesús.


¡Qué bien se vive la vida cuando se la vive con el Espíritu Santo, con el mismo Espíritu de Jesús.


Si eres un niño y tienes el Espíritu Santo, entonces, amig@, tu vida no tiene precio, te verás mejor, más content@, con más ganas de vivir, irás aprendiendo el bien sin darte cuenta, tus padres estarán orgullosos de ti.


 Si eres joven, pero tienes el Espíritu Santo, entonces eres un joven afortunado, te seguirá gustando la música, el deporte, la amistad, la fiesta. Te gustará el saber, pero también te gustará el amor verdadero, la libertad, la justicia, la paz, la solidaridad.


Y si eres una persona mayor y tienes el Espíritu Santo, entonces eres un padre, una madre, un trabajador envidiable, pues todo lo que hagas con el Espíritu de Jesús, tendrá sentido, tendrá sabor, tendrá color, tendrá vida.




Un día Domingo Sabio, discípulo de D. Bosco, pidió el Espíritu Santo, y empezó a ser santo sin dejar de ser niño y sin dejar de estar alegre. Y un día D. Bosco se abrió de lleno al Espíritu y se llenó del carisma de la Educación.
Quien sintoniza con el Espíritu, sintoniza con la vida, y habrá fuego, habrá ardor, habrá entusiasmo y haremos de nuestra vida algo grande.


Querid@s amig@s:
¡Que el Espíritu de Dios, el Espíritu de Jesús, el Espíritu Santo os llene de sus bendiciones!

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