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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 14 de junio de 2011

Por Charles Haak.


¿Cuál es tu consuelo en la vida?  ¿En la muerte?
El consuelo es algo que todos queremos tener en la vida. Tener paz consigo mismo, ser aliviado de la miseria, poseer contentamiento y calma interior—¡todos lo desean, por cierto!

Pero el consuelo es algo que pocos tienen. 
Pues, para algunos el consuelo es cuando todo va bien en la vida, cuando uno tiene todo lo que desea, buena salud y pocos problemas. 
Otros dirían que el consuelo consiste en la habilidad de deshacerse de lo malo, tener una voluntad fuerte, tomar lo amargo con lo dulce.
 Todavía otros dicen que el consuelo es el poder escapar de las realidades de la vida, sea por vacaciones, píldoras o bebidas.

El consuelo es algo que se necesita. 
Tómese, por ejemplo, una persona internada en el hospital, sufriendo los dolores del cáncer. Si preguntaras a esa persona, "¿Cuál es tu consuelo?" él o ella te contestaría quizas que sus amigos le han colmado de visitas y regalos, o que tiene los mejores médicos de la ciudad.
 ¿Qué dirías para consolar a esa persona?  
¿Dirías: "Las cosas podrían ser peores. Ten valor, mejores dias vendrán"?

Tomemos otro ejemplo, una casa fúnebre.
 ¿Qué palabra de consuelo hablarías allí? 
Unos dirían que el consuelo es considerar lo bueno que hizo la persona difunta en la vida.
Otros, que la muerte viene a todos y lo que importa es que gocemos de la vida mientras se pueda.
Y todavía otros, abrumados de tristeza, admitirían francamente que no se puede hallar consuelo en esta vida, que no hay lugar alguno en este mundo sin lágrimas. 
¿Qué consuelo podrías dar a los que así hablan?

Frente a todas las ideas mundanas de consuelo, frente a todas las tentativas del hombre para consolar a los entristecidos, al verdadero cristiano, no le importan las circunstancias del momento, tiene el único consuelo tanto en la vida como en la muerte. 
Su consuelo se basa en la Biblia, la Palabra de Dios.
 En efecto, se pueda decir que la Biblia es la palabra de consuelo de Dios a su pueblo.

Se manda al profeta Isaías a proclamar la palabra de Dios en Isaías 40:1-2, "Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios. 
Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo de servicio duro es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que ha recibido de la mano de Dios el doble por todos sus pecados." 
En estos versículos la palabra de consuelo es que la iniquidad de Jerusalén es perdonada, que ya ha cumplido su milicia, porque ha recibido de Dios el perdón de sus pecados.

Isaías expresa la misma palabra calmante en 52:9,
"Prorrumpid a una en gritos de júbilo, y cantad, soledades de Jerusalén; porque Yavé ha consolado a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén." 
Allí, otra vez, la Escritura identifica el consuelo con la redención, es decir, con el perdón de pecados por la gracia de Dios. 

El apóstol Pablo nos da el mismo mensaje de consuelo en II Corintios 1:3-4,
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación con que nosotros mismos somos consolados por Dios." 

Aquí Dios se identifica como el "Dios de toda consolación," es decir, toda consolación procede de Dios y se halla únicamente al estar en comunión con Él. 
Dios es quien nos puede consolar en todas nuestras tribulaciones. 
Y el propósito por lo cual Dios nos consuela es para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación.

1 comentario:

Rafa dijo...

Ante las distintas situaciones que vivimos en la vida, muchas son en las que necesitamos del consuelo. En numerosas ocasiones, cuando tengo dudas ante determinadas circunstancias, en la Biblia encuentro el consuelo que necesito. En ella, y en la oración. Dios, siempre nos da lo que necesitamos, y saber que, aunque lo que hagamos nos cuesta, el mejor consuelo es que queremos hacer la voluntad de Dios.
¡Excelente reflexión!
Un abrazo.