"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
No hay nada mejor para nosotros que confiar en el Espíritu Santo; pero de verdad, no de la boca para afuera.
La verdadera confianza es una fuente de libertad, de fuerza y de entusiasmo. No es algo que nos deja quietos, pasivos. Todo lo contrario. Confiar en alguien que nos ama, nos da una gran seguridad para enfrentar las cosas con calma y con eficacia.
Cuando más nos confiamos en el Espíritu Santo, más nos sentimos seguros, protegidos. Es bueno disfrutar de ese sentimiento de protección, y así caminar por el mundo, y así enfrentar la vida.
Porque la protección del Espíritu Santo es también una orientación, una guía que nos conduce por el camino, un brazo que nos apoya y suavemente nos empuja para que avancemos. Nosotros buscamos, nos ocupamos, tratamos de discernir, pero no estamos solos, somos guiados por un consejero seguro. Gracias Espíritu Santo.
Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 13 de Noviembre
“Espíritu Santo, en Ti pongo toda mi confianza. No quiero confiar sólo con palabras, sino con el corazón y con la vida entera. Enséñame a abandonarme en tus manos sin miedo, sabiendo que me amas y que siempre estás obrando en mí.
Cuando el camino se vuelva incierto o los temores intenten detenerme, recuérdame que no estoy solo, que tu presencia me protege, me guía y me impulsa a seguir adelante.
Dame la serenidad que nace de la confianza verdadera, la paz que sólo Tú puedes dar y la fuerza para actuar con decisión, sabiendo que me acompañas.
Gracias, Espíritu Santo, por ser mi consejero, mi refugio y mi guía segura en
cada paso del camino.
Amén”.
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