"Ventana abierta"
ÁNGELUS
VIDA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA MADRE DE DIOS
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MUERTE DE JOAQUÍN. -MUERTE DE ANA. -ENTIERROS ENTRE LOS JUDÍOS. -ORFANDAD DE MARÍA. -EL CASAMIENTO ENTRE LOS JUDÍOS. -CASAMIENTO DE MARÍA Y EL PATRIARCA SAN JOSÉ. -EDAD DE AMBOS ESPOSOS.
IV
En verdad que en ninguna parte se encuentra vestigio de que ese voto fuera conocido de Joaquín ni de Ana, pues según la ley civil mosaica, no era válido sin el consentimiento de los padres. Antes de la muerte de aquéllos no podía prescindir de la obediencia que era debida a los padres por el cuarto Mandamiento, ley divina que le mandaba honrarlos con aquélla.
Mas a este voto de consagración a Dios, hubo otro más transcendental y al hablar de él dejamos la palabra al tantas veces citado escritor: Acompaña a este voto de perfección y de entera sumisión a Dios, otro voto singular, importantísimo transcendental e indudable, cual fue el voto de perpetua continencia y la dedicación de su virginidad a Dios, voto singular, por ser el primero de este género que se hizo, importantísimo y transcendental, porque habiendo de ser María el símbolo de las mujeres cristianas con su triple estado de doncella, casada y viuda, Ella fue la que dio el ejemplo de virginidad perpetua ofrecida a Dios con solemne voto, que luego imitaron millones y millones de doncellas cristianas, marchando por sus huellas, cual David la vio en el salmo epitalámico, donde describe las solemnes bodas del Rey de los siglos, inmortal e invisible. Después de describir al regio Esposo, más bello que todos los hombres de la tierra, con la sonrisa en sus labios, con la espada ceñida y empuñando el cetro, vara de dirección y gobierno, introduce a la virginal Esposa seguida de otras vírgenes y castas doncellas.
Oye, Hija mía, y mira todo esto: olvídate ya de tu pueblo y de la casa de tu padre, porque el Rey se va a prendar mucho de tu hermosura, y él es tu mismo Dios a quien adorarán los pueblos.....
En pos de Ella vendrán numerosas vírgenes, y sus allegadas te serán traídas, y traídas con regocijo y alegría para llevarlas al templo santo del Rey.
Como se ve por estos hermosos pasajes, David, en este salmo, canta el místico desposorio de Cristo con su Iglesia bajo la figura del matrimonio de su hijo Salomón con la hija de Faraón; pero los oradores sagrados lo han adoptado, y con razón, para significar en sentido análogo el místico desposorio de María con el Espíritu Santo al ofrecer a Dios su virginidad, pues la hermosísima frase adducentur Regi virgines post eam, se presenta en nuestra imaginación con la inmensa y bella cohorte de sagradas doncellas, que imitando a la Santísima Virgen, vienen consagrando a Dios su virginidad y su pureza como ofrenda de una vida de mortificación y privaciones para conservar el tesoro de la pureza.
De aquí, con santa y hermosa inspiración, dice el beato Alberto Magno las siguientes palabras: Con razón se llama a María Virgen de las Vírgenes, porque siendo Ella la primera, que sin consejo ni ejemplar previo, ofreció a Dios su virginidad, ha servido después modelo a todas las vírgenes que la han imitado.
San Ambrosio también se expresa, al hablar de la virginidad de María, con hermosa y poética frase y dice, al hablar de ella, que María fue la que enarboló el estandarte de la virginidad, y San Bernardo, dirigiéndose a la pura y santa Virgen en místico coloquio: ¿Quién os enseñó, Santísima Virgen, a complacer a Dios con la virginidad y a vivir en la tierra con la vida de los Ángeles?
Presentan algunos autores dudas acerca de la época en que María Santísima hizo su voto de virginidad perpetua, y aun cuando lo más común es el creer que este voto debió hacerlo la pura Señora antes de su matrimonio con el santo Patriarca José, no faltan, por otra parte, autores respetabilísimos que suponen que el citado voto lo hizo después de sus desposorios y de conformidad entre ambos esposos. Posible es que el voto, por parte de la Virgen María, después de su matrimonio, no fuera sino una ratificación del primero, lo cual concilia ambas opiniones.
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