"Ventana abierta"
Comentarios breves de Darío Mollá, S.J.
Hoy es uno de los días de los más gozosos de todo el año cristiano. Es el gozo y la alegría porque María, una de nuestra condición, pero la mejor de entre todos nosotros, ha sido elevada a la gloria de Dios es el gozo de sus hijos por verla en lo más alto, por ver cómo Dios cumple con abundancia sus promesas y no deja sin recompensa la entrega y la fidelidad sin límites de María. Todo el pueblo cristiano, toda la Iglesia, comparte hoy, más que nunca, el canto de María: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador".
Y ese gozo grande y universal, es también el gozo de ver en María una intercesora maternal ante Dios por todas nuestras necesidades y por encima de todas nuestras miserias. ¡Qué mejor intercesora ante la Trinidad Santa que María, a la que Dios no le puede negar nada! María, que es sensible, como mujer y como madre, a todas nuestras limitaciones, , a nuestros deseos más hondos, a nuestras angustias más humanas... Siempre, en cualquier circunstancia, podemos decir "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores".
No hay comentarios:
Publicar un comentario