"Ventana abierta"
LA FLOR
Web católico de Javier Olivares
Había una joven muy
rica que tenía de todo: un marido maravilloso, hijos perfectos, un empleo que
le daba muchísimo bien, una familia unida.
Lo extraño es que ella no conseguía valorar todo eso. El
trabajo y los quehaceres le ocupaban todo el tiempo y su vida siempre estaba
deficitaria en algún área.
Si el trabajo le consumía mucho tiempo, ella lo quitaba de
los hijos. Si surgían problemas, ella dejaba de lado al marido... Y así, las
personas que ella amaba eran siempre dejadas para después. Hasta que un día, su
padre, un hombre muy sabio, le dio un regalo: Una flor carísima y rarísima, de
la cual solo había un ejemplar en todo el mundo. Y le dijo:
"Hija, esta flor te va a ayudar mucho, más de lo que te
imaginas. Tan solo tendrás que regarla y podarla de vez en cuando, y a veces
conversar un poco con ella, y ella te dará a cambio ese perfume maravilloso y
esas maravillosas flores".
La joven quedó muy emocionada. A fin de cuentas, la flor era
de una belleza sin igual. Pero el tiempo fue pasando, los problemas surgieron,
el trabajo consumía todo su tiempo, y su vida, que continuaba confusa, no le
permitía cuidar de la flor. Ella llegaba a casa, miraba la flor y las flores
todavía estaban allá, no mostraban señal de flaqueza o muerte, simplemente
estaban allí, bonitas y perfumadas. Entonces ella pasaba de largo. Hasta que un
día, sin más ni más, la flor murió. Ella llegó a casa y se llevó un disgusto.
Estaba completamente muerta, su raíz estaba reseca, sus flores caídas y sus
hojas amarillas. La joven lloró mucho, y contó a su padre lo que había
ocurrido.
Su padre entonces respondió: Yo ya me imaginaba que eso
ocurriría, y no te puedo dar otra flor, porque no existe otra flor igual a esa.
Ella era única, al igual que tus hijos, tu marido y tu familia. Todos son
bendiciones que el Señor te dio, pero tú tienes que aprender a regarlas,
podarlas y darles atención, pues al igual que la flor, los sentimientos también
mueren. Te acostumbraste a ver la flor siempre allí, siempre florida, siempre
perfumada y te olvidaste de cuidarla.
¡Cuida a las personas que amas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario