"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Daniel… entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
Daniel 6: 10
Todo tipo de oraciones (3) – Orar
cada día, como hacía Daniel
Daniel, deportado a la corte del rey de
Babilonia, permaneció fiel a Dios en toda su conducta y se mantuvo al margen de
las celebraciones reales. Perseveró en la oración. Dios permitió que el rey
Darío lo notase y le confiara altas responsabilidades en la corte. Entonces sus
colegas, celosos, buscaron un motivo para acusar a Daniel. Como conocían sus
costumbres, convencieron al rey Darío para que en su reino prohibiera, durante
un mes, toda oración a otro dios fuera del rey, bajo amenaza de ser echado al
foso de los leones.
¿Qué haría Daniel? ¿Buscar una escapatoria? No,
el versículo citado lo muestra tranquilo, confiado en Dios. Para él la oración
no era un deber religioso, ni una recitación automática… No, era su vida, la
fuente de su fuerza. Sin ella no podía asumir sus responsabilidades.
Daniel oró, pues, como de costumbre, sin
esconderse. Él conocía al Dios a quien oraba cada día, y se encomendó a él. Sus
enemigos lo prendieron y lo echaron al foso de los leones. Pero Dios velaba
sobre él: los leones no le hicieron daño. Entonces el rey lo sacó del foso,
pues reconoció la grandeza del Dios de Daniel, y sus enemigos fueron
confundidos. La fidelidad de Daniel glorificó a Dios.
Cristianos, ¿la oración forma parte de nuestra
vida cotidiana, de nuestras prioridades? ¿Nos es imprescindible? A través de
diferentes medios, Satanás siempre trata de privarnos de esos preciosos
momentos. Como Daniel, ¡oremos, cueste lo que cueste, pues siempre saldremos
ganando!
(continuará el próximo domingo)
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