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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 8 de junio de 2021

REFLEXIÓN PARA EL MARTES DE LA DÉCIMA SEMANA DEL T.O. (1) 8 - Junio - 2021

 "ventana abierta"

De la mano de María

Héctor L. Márquez (Conferencista católico)

REFLEXIÓN PARA EL MARTES DE LA DÉCIMA SEMANA DEL T.O. (1)

“Vosotros sois la sal de la tierra. Vosotros sois la luz del mundo”.

“Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo” (Mt 5,13-16). En esta corta lectura evangélica que nos propone la liturgia para hoy, Jesús utiliza dos imágenes para  expresar cómo debe ser nuestro anuncio de Reino.

La primera de ella, “sal del mundo” nos hace preguntarnos, ¿cómo puede volverse sosa la sal? En la antigüedad, la sal se usaba en unas rocas (cristales) que se sumergían en los alimentos y se sacaban una vez sazonados, para volverse a usar, hasta que la roca se tornaba insípida. Entonces se descartaba.

La segunda de ellas, la lámpara que se enciende y no se pone debajo del celemín, sino en el candelero para que alumbre, es más obvia para nosotros.

Jesús utiliza imágenes, situaciones, gestos, que les son familiares a la gente, para transmitir la realidad invisible del Reino. Probablemente ha visto a su propia madre en muchas ocasiones utilizar una roca de sal para sazonar la sopa, o traer un candil al caer la noche para iluminar la habitación en que se encontraban. Él echa mano de esas imágenes sencillas, domésticas, familiares, para enseñarnos la actitud que debemos tener respecto a la Palabra de Dios que recibimos.

No podemos ser efectivos en nuestro anuncio de la Buena Noticia del Reino si no nos alimentamos continuamente con la Palabra y la Eucaristía, pues llegará un momento en que nuestro mensaje perderá su sabor, se tornará “soso”. Podremos continuar entre nuestros hermanos, pero ya no seremos eficaces en nuestro anuncio del Reino

Por otro lado, esa Palabra de Vida eterna no es para esconderla, sino para ponerla en un lugar visible, para que todos se beneficien de su Luz.

Jesús nos ha dicho que todos estamos llamados a ser “luz del mundo”. Y ¿cómo podemos ser “luz del mundo”? En la primera lectura de hoy (2 Cor 1,18-22) san Pablo nos brinda una pista: siendo fieles a la Palabra, consistentes en nuestro mensaje. “Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el que Silvano, Timoteo y yo os hemos anunciado, no fue primero «sí» y luego «no»; en él todo se ha convertido en un «sí»; en él todas las promesas han recibido un «sí». Y por él podemos responder: «Amén» a Dios, para gloria suya”. Por eso el Salmo (118) nos dice: “La explicación de tus palabras ilumina, da inteligencia a los ignorantes”.

El mensaje de Jesús es claro y es uno. No podemos “acomodarlo” a nuestros gustos o deseos o, peor aún, amoldarlo a lo que quieren escuchar aquellos a quienes lo proclamamos. La Palabra a veces duele, como el fuego de la lámpara que quema, pero ilumina nuestro camino…

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