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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

sábado, 10 de abril de 2021

Una meditación para cada día. Ahora veo. Sábado Octava de Pascua. 10 - Abril - 2021

"Ventana abierta"

La Buena Semilla

Nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.

1 Juan 4:14

(Jesús dijo:) Escudriñad las Escrituras… ellas son las que dan testimonio de mí.

Juan 5:39

Ahora veo

Lea Juan 9: 1-38

Jesús se encontró con un hombre ciego de nacimiento. Después de haberle puesto lodo en sus ojos como pomada, lo envió a lavarse en el estanque de Siloé, que significa Enviado. El hombre obedeció, se lavó y regresó viendo. Él nunca había visto, pero pudo dar este testimonio: “Habiendo yo sido ciego, ahora veo” (v. 25).

Antes de sanarlo, Jesús afirmó: “Luz soy del mundo” (v. 5). Este ciego no podía ver a Jesús, pero al lavarse en el Siloé, sus ojos se abrieron, no porque hubiese visto a Jesús, sino porque escuchó y creyó.

El testimonio que dio de Jesús se volvió cada vez más claro. Primero habló de un hombre llamado Jesús, después habló de un profeta, luego de un hombre de Dios. Después Jesús vino a su encuentro y le dijo: “¿Crees tú en el Hijo de Dios? … Le has visto, y el que habla contigo, él es”. “Creo, Señor”, fue su respuesta. Tal es la luz que crece en un corazón hasta que el día sea perfecto (Proverbios 4:18). Este hombre supo que Jesús era el Hijo de Dios.

Este ciego de nacimiento nos representa a todos. Desde nuestro nacimiento somos moralmente ciegos, incapaces de discernir a Jesús, “la luz del mundo”. Los ojos de nuestro corazón deben ser abiertos para poder verlo (Efesios 1:18). La Palabra de Dios (las aguas de Siloé) nos hace descubrir a Jesús, el Enviado de Dios. Gracias a ella, nuestros ojos se abren a la “luz de la vida”; creemos que Jesús es el Salvador, el Hijo de Dios, y proclamamos con gozo: “… habiendo yo sido ciego, ahora veo” (v. 25).

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