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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

sábado, 23 de agosto de 2025

RINCÓN PARA ORAR. "¿SEÑOR, SON POCOS LOS QUE SE SALVAN?". Sábado, 23 - Agosto - 2025

"Ventana abierta"

RINCÓN PARA ORAR


SOR MATILDE

¿SEÑOR, SON POCOS LOS QUE SE SALVAN?

22 Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén.

23 Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Él les dijo:

24 « Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán.

25 « Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: "¡Señor, ábrenos!" Y os responderá: "No sé de dónde sois."

26 Entonces empezaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas";

27 y os volverá a decir: "No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!"

28 « Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera.

29 Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios.

30 « Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos. »

29 Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios.

30 « Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos. » (Lc.13, 22-30)

 

¿Son pocos los que se salvan?, ¿son pocos los que entran por la puerta estrecha? He aquí la respuesta de Cristo ante la pregunta “curiosa” sobre si habrá muchos bienaventurados en el cielo.

De una pregunta impersonal, Jesús le hace a este hombre entrar dentro de sí mismo y preguntarse: ¿sigo yo a este Jesús que me habla? Él es la Puerta, así se definió Él. Y sólo pasan por ella, por esta puerta del redil, los que son de Cristo, los que siguen al buen Pastor. Los hay que son extraños y quieren entrar como “salteadores” en el Reino de los cielos. No pasan por la escucha atenta de la Palabra de Dios que es Jesús y “bajo el cielo no se nos ha dado otro Nombre que pueda salvarnos”.

Y ¿cómo podemos ser bastardos y no poder entrar en el Cielo como hijos de Dios? Sí, lo dijo también Jesús: “¡hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas!”. Estos serán los sujetos que “fueron primeros y se convirtieron en últimos”. Y ¿cómo este cambio tan drástico que les cerró el Cielo? Sí, porque ellos gritaron: ¡Señor, ábrenos!”. Y el dueño de la casa les dirá: “¡no sé de dónde sois, apartaos de mí, los que obráis el mal!”.

Aquí está la causa de este desastre: el hombre que no se ciñe al mandamiento único del amor; el que prefirió su voluntad estéril a la voluntad divina que siempre es santa; el que honraba a Dios con los labios, pero su corazón estaba muy lejos de ÉI; el que llenó su vida de obras perversas que no daban gloria a Dios, sino que se hacían siervos de Satanás...

He aquí la cosecha del malvado que está ante los ojos de todos los hombres. Ante los justos, para seguir a Jesús con temor y temblor, porque: “el que se crea seguro que vigile, no sea que caiga en los mismos errores”. Dios nos persigue con su gracia para que seamos santos. “Él no quiere la muerte del malvado, sino que se convierta y viva”. Nos acosas con su amor, pero no haciéndonos violencia, sino invitándonos a entrar en su intimidad. Jesús tiene sed del amor de nuestro corazón porque para esto nos ha creado: para “amarle con todo nuestro corazón” y darle gloria eterna, por su misericordia que también es eterna.

¡Señor, que no amemos sólo de palabra sino con obras de amor, que si son verdaderas son silenciosas con el silencio elocuente de la entrega y el servicio por amor!

¡Sabes, mi Dios, que “sin Ti no podemos hacer nada” y menos desear ser veraces, sinceros y buenos! ¡Pero Tú lo puedes todo, hasta lo imposible en mí! ¡Hazlo por tu Amor, una vez más, y mostraremos así tu gloria en nuestras almas! ¡Qué así sea! ¡Amén! ¡Amén!

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