"Ventana abierta"
Papa Francisco: Hermanos y hermanas, esto nos puede suceder también a nosotros. A veces
sentimos que una lápida ha sido colocada pesadamente a la entrada de nuestro
corazón, sofocando la vida, apagando la confianza, encerrándonos en el sepulcro
de los miedos y de las amarguras, bloqueando el camino hacia la alegría y la
esperanza. Son “escollos de muerte” y los encontramos, a lo largo del camino,
en todas las experiencias y situaciones que nos roban el entusiasmo y la fuerza
para seguir adelante; en los sufrimientos que nos asaltan y en la muerte de
nuestros seres queridos, que dejan en nosotros vacíos imposibles de colmar; los
encontramos en los fracasos y en los miedos que nos impiden realizar el bien
que deseamos -y hacemos el mal que no queremos-; los encontramos en todas las
cerrazones que frenan nuestros impulsos de generosidad y no nos permiten
abrirnos al amor; los encontramos en el muros del egoísmo y de la indiferencia,
que repelen el compromiso por construir ciudades y sociedades más justas y dignas
para el hombre; los encontramos en todos los anhelos de paz quebrantados por la
crueldad del odio y la ferocidad de la guerra. Cuando experimentamos estas
desilusiones, tenemos la sensación de que muchos sueños están destinados a
hacerse añicos y también nosotros nos preguntamos angustiados: ¿quién nos
correrá la piedra del sepulcro? (30- 03 - 2024).
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