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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 22 de abril de 2025

“El acostumbramiento lleva a la indiferencia”. Martes, 22 - Abril - 2025

"Ventana abierta"

P. Leonardo Molina García. S.J.

“El acostumbramiento lleva a la indiferencia”

Esta mañana, como es natural, estoy pendiente de las noticias y memoria del Papa Francisco.

Confieso que estoy muy a su favor. Entre enemigos, detractores y partidarios, me uno a los favorables.

Oyendo el programa de Carlos Herrera, por la mañana, en un momento apareció un testimonio sobre el Papa Francisco, de una despierta y pizpireta periodista, María José Navarro. Es siempre alegre y original. Pues me parece recordar que estaba en la cocina trajinando unos macarrones, cuando recibió una carta del Papa que le dirigía personalmente a ella. Había estado siendo corresponsal en Ucrania y el Papa la animaba y bendecía. En sus artículos despertaba la conciencia de los lectores.

Una de las frases de la carta me emociona.

Animaba a la periodista a evitar el “acostumbramiento que lleva a la indiferencia”. La periodista dijo que lloró. Siguió guisando la pasta italiana, y luego, de nuevo, lloró.

Y me tocó el corazón. Es que ese es mi problema. Me he acostumbrado tanto a oír pobreza, pateras, guerra, catástrofes naturales, injusticias, corrupciones, mendigos en la calle, los políticos hablando… etc ,etc, etc, que ya “paso” de ellas: me he acostumbrado, me he des-sensibilizado… He cerrado las ventanas de mis sentidos.

Y lo mismo me pasa con la liturgia. Tantas veces he proclamado que “haced esto en memoria mía” que a veces lo relato con rutina… y es muy importante, Dios. Y tantas veces he leído, visto y contemplado bondades y bellezas, que me he acostumbrado.

A veces me digo: no te agobies, nada puedes hacer, es imposible; arréglale como puedas, métete en lo tuyo y “agua que no has de beber, déjala correr…”

O sea, que mi pecado es la indiferencia.

La Pascua no es un vacío sin esperanza, ni para mí, ni para los que esperan de mí “algo”. Es un fuego interior que se transparenta en hacer las cosas mejor y animar un poco nuestro entorno. Tengo (tenemos) que apostar por la vida, bien viva.

La costumbre nos mete en la indiferencia. La fe pone fuego en mi vista, en el oído, en el gusto, en el tacto, en mis piernas, en mi cuerpo, en mi boca  y en mis sentimientos.

Siento que el malestar del mundo está en la indiferencia. Mientras las fuerzas del mal están vivas, los creyentes estamos muertos.

Cristo vivo, está vivo entre nosotros. ¡Haced esto en memoria mía! Y saldremos de la noche. Y despertaremos. Y Cristo será nuestra luz. No seremos Mesías, sino humildes trabajadores, los problemas seguirán, pero nosotros estaremos con Cristo vivitos y coleando.

Leonardo sj

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