Evangelio: San Lucas 4, 31-37. En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad... Martes, 3 - Septiembre -2024

"Ventana abierta"

Comentarios breves de Benjamín González Buelta, S.J.

Con la presencia de Jesús, la sinagoga ya no es simplemente un lugar para leer y comentar la Escritura, sino también un espacio para la sanación de las personas. Tener un "espíritu inmundo" significa estar dominado desde dentro por dinamismos que rompen la armonía interior de una persona y alteran sus relaciones sanas de convivencia. En nuestro lenguaje diríamos que heridas sicológicas y fuerzas espirituales se unían para desintegrar la persona y desgarrar el tejido social. En Jesús asombra su "autoridad", porque libera de todo mal. El encuentro constante con Jesús nos irá haciendo más sanos y sanadores como él.