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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

lunes, 31 de julio de 2023

Ángelus. "DE LA HERIDA DEL COSTADA DE CRISTO SALIÓ SANGRE Y AGUA". Cap. 60º. Tercer Milenio de la Mano de María. Martes, 1 - Agosto - 2023

 "Ventana abierta"

ÁNGELUS
DE LA HERIDA DEL COSTADO DE CRISTO SALIÓ SANGRE Y AGUA
P. Santiago Martín 
Franciscanos de María


Apenas había terminado Jesús de expresar aquel deseo, aquella orden dirigida a su Madre de que nos adoptara como hijos, orden que sin duda debió de colmar la capacidad de amor de la Virgen María hacia nosotros, apenas haber dicho eso, Jesús expresó otro deseo más prosaico, el derroche de sangre vertida le había hecho sin duda a tener una extraordinaria sed y, eso fue lo que pidió, un poco de consuelo: "¡Tengo sed!", dijo.
Sabemos porque así lo cuentan los Evangelios, que un soldado se acercó con una esponja empapada en vinagre, pinchada en la punta de la lanza y se la acercó a la boca. No fue agua cristalina,pero dicen los estudiosos, que era en el fondo un acto de caridad, porque el vinagre saciaba en esas circunstancias más la sed del moribundo desangrado.
Y también sabemos que a continuación, o por lo menos poco después, viendo y estando ya cansados los soldados de estar allí aguantando, pues, decidieron hacer lo que solían, se acercaron a los tres reos, a Jesús y a los dos ladrones para romperles las piernas,que comprobando que nuestro Señor estaba ya realmente en las últimas, en ves de romperle las piernas, con una lanza le atravesaron el costado, y, que de esa herida salió la sangre mezclada con algo de agua.
La Iglesia siempre ha interpretado esa sangre con agua que sale del costado herido de Cristo como un símbolo. La sangre es la aportación del Señor a la redención, y el agua representa nuestra propia aportación. Es fundamentalmente sangre lo que sale del costado de Cristo, es Cristo el que nos redime, pero nosotros también podemos colaborar en algo.

Pues bien, todo eso, esa expresión de sed, esa expresión de angustia, ese momento en que le clavan a Cristo la lanza en el costado, todo eso lo ve la Virgen María. 
¿Por qué? 
¿Qué necesidad había de que la Virgen estuviera allí?
¿Por qué no se encontraba en Betania rezando? 
O incluso después de haber recibido la orden de cuidar de los apóstoles y de nosotros, ¿por qué no se marchó?
 ¿Es que a la Virgen le gustaba sufrir?
Era un espectáculo espantoso, cualquier madre en una situación así, hubiera estado absolutamente derrumbada.
¿Por qué María está allí?
Porque mientras haya una posibilidad de servir de consuelo a su Hijo, mientras haya la pequeña oportunidad de apoyar a Cristo, María está y estará al pie de la cruz.

Yo creo que esta es la gran lección de esa Mujer, que ve morir al Hijo, está donde tiene que estar, cuando tiene que estar. 
No se marcha, no llega tarde, está en punto al pie de la cruz.

Queridos amigos, esa expresión: "¡Tengo sed!", no es una expresión lanzada sólo desde el punto de vista físico de un moribundo sediento, es la expresión lanzada por un Hombre que tiene sed de nuestro amor, de nuestra compañía.
Recuerdo haber ido muchas veces a los hogares de Madre Teresa y, sobre todo me impresionó la primera vez, allí en el altar, cerca del Sagrario, al lado de Cristo crucificado, escrita en la pared esa misma frase: "¡Tengo sed!".
Cristo tiene sed en de compañía en los sailos de ancianos abandonados por sus propios hijos. Tiene sed de aquellos que no tienen trabajo, de aquellos que están enfermos, de aquellos que, seguramente se encuentran aplastados por la soledad, por la droga.
Y tiene sed, de sus madres y de sus padres, de sus hermanos, de sus amigos y de cualquiera de nosotros.
Cristo sigue teniendo sed.
Y al pie de la cruz, al lado del hombre o de la mujer que tiene sed, ahí está siempre la Virgen y, ahí deberíamos de estar siempre los que queremos amar a la Virgen, los que queremos ser como Ella.

Les invito a ustedes a que vayan por ejemplo al Santuario de la Virgen de la Lanzada en Galilea, esa lanzada que hiere el costado de Cristo. Y, que le digan a Cristo, como le dijo María: ¡Aquí estoy! No porque me guste sufrir, no porque me guste pasar la tarde en un asilo, no porque me guste estar al lado de una persona poco grata, sino porque sé que ahí estás Tú, Jesús, teniendo sed, estoy al lado del que sufre, porque en el que sufre está Cristo teniendo sed.
Vayamos a esos asilos de la Madre Teresa, o de tantas y tantas monjas que están junto al que sufre, para consolar al Cristo crucificado que eternamente nos dice en esas personas: ¡Estoy solo, estoy hambriento, estoy desnudo, estoy en la cárcel, tengo sed de ti!
A veces serán de nuestra propia familia y les estamos olvidando. Otras veces serán extraños, nunca extraños para nosotros porque en ellos está siempre Cristo.

Feliz día para todos.

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