"Ventana abierta"
El Arzobispo manifiesta el pesar
de la Archidiócesis por los fallecidos a causa del coronavirus
La Catedral de
Sevilla ha acogido esta tarde la Misa funeral por los fallecidos sevillanos a
causa de la pandemia provocada por el coronavirus.
La Eucaristía ha estado
presidida por el Arzobispo, monseñor
Juan José Asenjo, y concelebrada por el Obispo auxiliar, monseñor Santiago Gómez, y el Vicario
general, Teodoro León. Además,
han acudido el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno;
el alcalde de Sevilla, Juan Espadas;
la presidenta del Parlamento Andaluz, Marta
Bosquet, y otras
autoridades políticas, civiles, militares, académica y judiciales. Asimismo, ha
sido muy significativa la asistencia de numerosos familiares de las víctimas
sevillanas de coronavirus. Si bien, durante todo momento se han respetado las
medidas de seguridad pertinentes (uso de mascarillas, gel hidroalcohólico y
distanciamiento social…) con el fin de evitar la propagación de la COVID-19.
Ha destacado igualmente la
sobriedad y el respetuoso silencio durante toda la ceremonia, acompañada
musicalmente por el Coro de la Universidad de Sevilla y la Orquesta Sinfónica
Hispalense, dirigidas por Jose
Carlos Carmona, que han interpretado magistralmente la Misa de Requiem de
Mozart.
Durante el funeral, el Arzobispo ha manifestado su pesar por los casi
trescientos sevillanos fallecidos por coronavirus y ha reconocido que “muchos
de nosotros podemos sentirnos aturdidos por la magnitud de la tragedia, hemos
llorado por los muertos, solidarios con sus familias, llenos de temor por los
enfermos, rezando por el personal sanitario, con medios escasos y mucha
generosidad, como otros servidores públicos, militares y civiles”. “Por todos
ellos y por nuestros ancianos, que tanto han trabajado por una España mejor y a
los que tanto debemos –ha indicado-, hemos levantado los brazos al cielo,
pidiendo que cese tanto sufrimiento”.
Igualmente, se ha dirigido a
los familiares de las víctimas, a las que ha mostrado “la condolencia más
sincera de la Iglesia en Sevilla”. En esta línea, ha asegurado que cuentan con
“nuestra solidaridad, la comunión con vuestro dolor y, sobre todo, con nuestra
oración ferviente que mitigue vuestro sufrimiento y alcance del Señor para
vuestros seres queridos la paz y el descanso eterno”.
Frente al sufrimiento y la
incertidumbre que provoca la pérdida de un ser querido, en su homilía monseñor
Asenjo ha instado a acudir a la Palabra de Dios “que alimenta la fe, responde a
nuestros enigmas y conforta nuestros corazones”. Así, ha ofrecido un signo de
esperanza citando el sermón del Monte en el que Señor dice: “Dichosos los que
lloran, porque ellos serán consolados”. De esta forma, ha insistido en que “nos
consuela en esta tarde la seguridad que nos da nuestra fe: ellos no sólo perviven
en nuestro recuerdo y en nuestro afecto. Siguen viviendo en sus almas
inmortales, que al final de los tiempos se unirán a sus cuerpos resucitados”.
Este es “el pilar de nuestra esperanza, el contrapunto de tantas corrientes
culturales cerradas a la transcendencia”.
La homilía de monseñor Asenjo
ha concluido encomendado “a la poderosa intercesión de la Santísima Virgen de
los Reyes a los enfermos todavía hospitalizados. Le encomendamos también el
consuelo, la paz y la fortaleza para vosotros sus familiares, golpeados todos
por su final inesperado” y le ha pedido que premie “a tantos héroes anónimos,
civiles y militares, que han expuesto sus vidas al servicio de los enfermos”,
así como por la dedicación de las autoridades y el éxito a los investigadores
que preparan fármacos eficaces.
Finalmente, durante las
plegarias ha tenido lugar unas palabras en recuerdo y apoyo al personal
sanitario y las instituciones y voluntarios, especialmente de las Cáritas
Parroquiales, que “ayudan a los pobres”.
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