"Ventana abierta"
Rincón para orar
Sor Matilde
LA SEÑAL DE JONÁS
38 Entonces le interpelaron algunos escribas
y fariseos: « Maestro, queremos ver una señal hecha por ti. »
39 Mas él les respondió: «
¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que
la señal del profeta Jonás.
40 Porque de la misma
manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así
también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres
noches.
41 Los ninivitas se
levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se
convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.
42 La reina del Mediodía se
levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de
los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más
que Salomón. (Mt. 12, 38-42)
A la falta de fe, a la incredulidad, Jesús
los designa como gente malvada y adúltera. Los que habiendo visto tantas
señales del amor de Dios y de su benevolencia con los hombres, en la creación y
en la vida del hombre, todavía le reclaman a Jesús, de parte de Dios “una señal
milagrosa” que satisfaga su curiosidad y el deseo de que Dios colme sus
caprichos. En definitiva: que el hombre sea más Dios que Dios.
Y Jesús les podía haber respondido como lo
hizo en las tentaciones a Satanás: “al Señor sólo servirás y a Él sólo darás
culto”. Es la tentación de siempre en el hombre: “seréis como dioses”, pero sin
Dios. Por eso Jesús los llama malvados…
Los paganos se convirtieron con la
predicación de un hombre y el temor de Dios los sobrecogió, y “aquí hay uno que
es más que Jonás y más que el gran rey Salomón”. Tenemos a Jesús en medio de
nosotros, en la Misa, en el Sagrario, en su Palabra y esperamos todavía señales
y prodigios para creer en Jesús. Y como a esa mala generación, sólo se nos dará
la señal de Jesús, muerto por tres días y después resucitado. Misterio éste de
fe que está avalado por su Palabra, que siempre fue viva y eficaz: “el que cree
en mí aunque haya muerto vivirá y el que está vivo y cree en mí, no morirá para
siempre”. ¿Crees esto? A nosotros se nos pregunta y como Marta responderemos
con fe: “Sí, Señor, yo creo que Tú eres el Hijo de Dios, el que tenía que venir
al mundo…”
¡Señor auméntanos la fe y la confianza
en ti, queremos ser buenos y no malvados y adúlteros!. . .
No hay comentarios:
Publicar un comentario