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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 5 de marzo de 2019

Reflexión: La botella

"Ventana abierta"


La botella


Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed, por su buena ventura, llegó a una cabaña vieja, desmoronada sin ventanas, sin techos, el hombre anduvo por ahí y se encontró con una pequeña sombra dónde acomodarse para huir del calor y del sol desértico, mirando a su alrededor, vio una vieja bomba de agua, toda oxidada, él se arrastró hacia allí, tomó de la manivela y comenzó a bombear, a bombear y a bombear sin parar, pero nada sucedía.

Desilusionado, cayó postrado para atrás,  notó que a su lado había una botella vieja, la miró, la limpió de todo el polvo que la rodeaba, y pudo leer un recado que decía: 

"Usted necesita primero preparar la bomba con toda el agua que contiene esta botella mi amigo, después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de marchar".
El hombre desenroscó la tapa de la botella, y en realidad, ahí estaba el agua, la botella estaba llena de agua. De repente, él se vio en un dilema, si bebiese aquella agua, él podría sobrevivir, pero si la vertía en esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca, bien fría, del fondo del pozo, y podría tomar toda el agua que él quisiese, o tal vez no, tal vez, la bomba no funcionaría y el agua de la botella sería desperdiciada.
¿Qué debiera hacer?, ¿derramar el agua en la bomba y esperar a que saliese agua fresca, o beber el agua vieja de la botella e ignorar el mensaje?, ¿debiera perder toda aquella agua en la esperanza de aquellas instrucciones poco confiables escritas no sabía cuánto tiempo atrás?
Con resolución, pero al mismo tiempo con tristeza, el hombre derramó toda el agua en la bomba, en seguida agarró la manivela y comenzó a bombear y la bomba comenzó a rechinar sin parar, ¡nada pasaba! la bomba continuaba con sus ruidos y entonces surgió un hilo de agua, después un pequeño flujo y finalmente, el agua corrió con abundancia, agua fresca, cristalina, él llenó la botella y bebió ansiosamente, la llenó otra vez y tomó aún más de su contenido refrescante.
En seguida, la llenó de nuevo para el próximo viajante, la llenó hasta la boca, tomó la pequeña nota y aumentó la frase “Créame que funciona”, usted tiene que dar toda el agua, antes de obtenerla nuevamente.
Hay varias lecciones preciosas que podemos extraer de esta historia.
Cuántas veces tenemos miedo de iniciar un nuevo proyecto pues este demandará de una enorme inversión de tiempo, recursos, preparativo y conocimiento. Cuántos se han quedado parados satisfaciéndose con los resultados mediocres, cuando podrían conquistar victorias significativas.


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