"Ventana abierta"
HOY, EL
RETO DEL AMOR ES VIVIR EL DÍA CON ALEGRÍA
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
¿ES POSIBLE LA ALEGRÍA?
¡Ya están todos los belenes del Monasterio
encendidos! Ponemos en todas las estancias un Niño o un Misterio, y en algunos
lugares… ¡un belén gigante! Permanecían apagados porque, solo comenzamos a
encenderlos después de las primeras vísperas de Navidad.
Ahora ya todo es luz. Vayas por donde vayas, no
hace falta ir encendiendo las luces corrientes, porque el mismo belén ilumina
el camino y cualquier estancia.
Hace un tiempo, el Señor me regaló comprender
que la luz, en la vida cristiana, también es un símil de la Alegría. Porque, si
donde hay luz desaparece la oscuridad, del mismo modo, donde Cristo es acogido
brota la Alegría.
Tanto me llegó al corazón esta imagen que
decidí utilizarla para la felicitación de Navidad que he enviado. Hoy la
comparto contigo:
“No puede haber lugar para la tristeza cuando
acaba de nacer la Vida” (San León Magno).
Así comienza el villancico que he compuesto para este año…
Pero ¿es posible la Alegría en medio de este mundo, donde todo parece
inclinarnos hacia lo contrario?
Cristo nos ha dicho: “Yo he venido al mundo
como Luz”. Por ello, donde dejamos que nazca Él, la noche se ilumina, la
tristeza se torna en alegría y el peso del pecado se abre a la conversión,
porque ha nacido “Dios con nosotros”, para transformarlo todo desde dentro.
Te invito a que tú mismo hagas la prueba:
enciende una vela en medio de la oscuridad… ¿Qué sucede?
En Navidad, esto mismo quiere realizar Cristo
en nosotros: ¡deja que su Vida ilumine la tuya! Esta es la verdadera Alegría.
Podemos vivir con un corazón alegre, incluso en
medio de circunstancias difíciles, porque tenemos la certeza de un Amor que
siempre permanece.
Hoy, el reto del amor es vivir el día con Alegría. Y si, al comenzar tu jornada, descubres que no brota tan fácilmente esta Alegría, acude a la Luz: siéntate el tiempo que necesites a los pies del Niño. ¡Si ante un niño todo el mundo sonríe, cuánto más ante Jesús!
VIVE DE CRISTO




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