"Ventana abierta"
LA PLEGARIA DEL PÁJARO
Niño:
Tú, que algunas veces me
martirizas, mírame bien.
Yo soy el protector más importante de la agricultura.
Yo enseñé a los hombres el arte
de la cestería, mostrándole mi nido.
Te he sugerido la idea de volar como yo, y has construido dirigibles y
aeroplanos.
La inmensa variedad de mis nidos,
te ha sugerido multitud de ideas.
No me hagas morir para lucirme vanidosamente en tu sombrero.
Yo destruyo por millares los
insectos que constituyen las plagas de las legumbres,
los cereales y las frutas que son tus mejores alimentos.
No me hagas víctima inocente de
tu deporte de caza.
Yo distraigo con mi dulce y armonioso canto tus horas de fastidio.
No destruyas mi nido, que es el
santo hogar de mis pequeños hijos.
Si eres bueno, como creo, no me tengas preso entre alambres, no me hagas
mal
y andaré más cerca de ti.
Blas Infante
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