"Ventana abierta"
EL TAMAÑO DE LAS PERSONAS
Web católico de Javier
Una persona es enorme para uno cuando habla de
frente y vive de acuerdo a lo que habla, cuando trata con cariño y respeto,
cuando mira a los ojos y sonríe inocente.
Es pequeña cuando solo piensa en sí misma, y le
hace creer a los otros que piensa en ellos cuando se comporta de una manera
poco gentil, cuando no apoya, cuando abandona a alguien justamente en el
momento en que tendría que demostrar lo que es más importante entre dos
personas: La Amistad, el compañerismo, el cariño, el respeto, el celo y
asimismo el amor.
Una persona es gigante cuando se interesa por
tu vida, cuando busca alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto
contigo… Cuando trata de entenderte
aunque no piense igual
Una persona es grande cuando perdona, cuando
comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra, no de acuerdo
con lo que esperan de ella, pero de acuerdo con lo que espera de sí misma.
Una persona es pequeña cuando se deja regir por
comportamientos estereotipados. Cuando quiere quedar bien con todos, cuando
maneja a la gente como un titiritero y lamentablemente siempre hay gente que no
tiene convicciones y se deja manejar….
Una misma persona puede aparentar grandeza o
pequeñez dentro de una relación, puede crecer o disminuir en un corto espacio
de tiempo.
Una decepción puede disminuir el tamaño de un
amor que parecía ser grande. Una ausencia puede aumentar el tamaño de un amor
que parecía ser ínfimo. Una decepción puede terminar con el respeto por
alguien… de muchos… Una acción correcta puede enaltecer a otros.
Es difícil convivir con esta elasticidad: las
personas se agigantan y se encogen a nuestros ojos, ya que nosotros juzgamos a
través de centímetros y metros, acciones y reacciones, de verdades o
falsedades, de expectativas y frustraciones.
Una persona es única al extender la mano, y al
recogerla inesperadamente, se torna otra. El egoísmo unifica a los
insignificantes, a los perdedores, a los falsamente llamados diplomáticos. No
es la altura, ni el peso, ni la belleza ni un título o la abundancia de dinero
lo que convierte a una persona en grande; es su honestidad, su decencia; su
amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás. Por su
sensibilidad sin tamaño...
La persona más alta del mundo, ha sido, hasta ahora, Robert Pershing Wadlow, con una altura de 2,72 metros.
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