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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

viernes, 10 de julio de 2020

UNA ORACIÓN POR LA CREACIÓN. Viernes, 10 - Julio - 2020

"Ventana abierta" 


UNA ORACIÓN POR LA CREACIÓN


Manuel Enrique Figueroa


En el mundo rezan muchas personas. La manifestación de la idea de Dios y la trascendencia del ser humano tiene muchas formas identificadas por diferentes religiones. Nuestro planeta tiene actualmente unos 7.600 millones de seres humanos. El 83,6% de la humanidad está filiado a alguna religión. Según datos recientes el 16,4 de los seres humanos no está afiliado a ninguna religión; y el 0,8% a religiones minoritarias. En relación con las religiones de carácter mayoritario el cristianismo tiene 2.300 millones de creyentes, el 31,4% del total planetario de los mismos. La segunda religión con más creyentes es el islam con 1.700 millones (23,2%), seguida de hinduismo (1.100 millones; 15%), budismo (520 millones; 7,1%) y judaísmo (15 millones; 0,2%).

¿Qué quiero indicar con estos datos? Pues es sencillo, hay muchas personas que debidos a su creencia rezan de formas quizás distintas. La fuerza de la oración debe cambiar el mundo y dirigirlo hacia un futuro de paz y armonía. En la oración hay amor y el amor es semilla de esperanza. De acuerdo con el catecismo de la Iglesia Católica, la oración conduce al recogimiento del corazón, manifiesta una actitud vigilante para conservar la Palabra y permanecer en presencia de Dios. El Catecismo contiene una cita a San Juan Damasceno: la oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes. La oración para el cristiano es comunión con Cristo y existe una llamada universal a la oración.

De acuerdo con el Papa Francisco, la Creación es un proyecto de amor de Dios hacia la humanidad. Cuando pensamos en la Creación no solo hay que pensar en los gorriones, los osos o los linces, o en cualquier planta en peligro de extinción. Claro que hay que pensar y también rezar por el conjunto de la Naturaleza, no tenemos ningún derecho que justifique nuestro continuo ataque hacia ella. El ser humano, que sabe que es y que está, que es consciente de su historia y su papel en ella, debe velar por la vida, por el conjunto de lo creado.

Pero también debemos velar por nosotros mismos, por nuestra especie, y parece que no lo hacemos. Solo hay que ver la televisión, escuchar la radio o leer la prensa para ver el abuso del ser humano por el propio ser humano, el desprecio de unos por otros.

Es cierto, la Creación necesita de nuestra oración, y especialmente el ser humano.

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