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SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS: JUNIO -
MEDITACIONES
Gotitas Espirituales
30 MEDITACIONES DE JUNIO
Meditaciones en devoción al Sagrado Corazón de
Jesús Meditación y oración para cada día del mes de Junio, dedicado a Sagrado
Corazón.
Autor: Catholic.net | Fuente:
Catholic.net
Junio ha sido proclamado como el mes dedicado
al Sagrado Corazón de Jesús, para que oremos por Él con fervor y entrega.
Les presentamos una devoción para orar cada
día, inspirada en los nardos, esa flor que tanto agrada al Señor.
Oremos para que el Sagrado Corazón de Jesús
aumente nuestra fe.
Recordemos que es primer Viernes el cual es la
celebración del Sagrado corazón y primer sábado de mes el cual es consagrado a
nuestra Madre la Virgen María.
Nardo del 1 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, Luz en este
mundo de oscuridad!
Meditación: Corazón Sagrado, enllagado y martirizado por nuestros pecados, sé
nuestra Luz para vivir sólo en Ti, y así poder seguir nuestro camino para
llegar un día a habitar junto al Padre Celestial
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Que sepamos plasmar en nuestro pobre corazón, lo que nos enseñó el
Hijo de Dios. Meditemos cuán poco sabemos de Él.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 2 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Llama
ardiente!
Meditación: El Corazón de mi Jesús tanto amó, que en llama de fuego se presentó
para purificar, para salvar, para amar… ¡Pero quién lo ha de mirar! Si muchos
lo llegamos hasta a despreciar, a no buscar, a ignorar, pues no queremos que
nos venga a señalar las miserias y tibiezas que nuestro pobre corazón encierra.
Seamos ardientes amantes de Cristo, consumidos por el Fuego de Su Amor, para
poder así limpiar nuestro corazón y llegar a servir a nuestro Dulce Señor.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado
Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Hagamos una buena confesión, ofreciéndosela al
Sagrado Corazón de Jesús.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 3 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, refugio del
Niño Dios!
Meditación: En una Doncella latía un Pequeño que renovaría la tierra vacía, ya
que en ella sembraría semillas para llenarla de Vida. Aquel pequeño Corazón era
el Sol que con Su calor nos enseñaría lo que es el Amor, con Su Luz a no
perdernos en la oscuridad, con Su Omnipotencia a aumentar nuestra Fe, con Su
silencio el valor de hacernos pequeños y con Su Presencia la Única Senda, pues
El es el Rey.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Comulguemos pidiéndole al Señor tener un
corazón pequeño, y que sea El nuestro único sustento.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un
Gloria.
Nardo del 4 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, cuan manso y
humilde sos!
Meditación: ¡Ay! de nosotros los hombres, todos queremos
ser SEÑORES, si, con mayúsculas…no queremos ser pequeños, debemos competir, ser
los mejores, hinchar nuestro corazón de orgullo, llenarnos de vanidad. Ser
manso…eso es de débiles, de aquellos que poco saben, que no poseen imagen. Pero
a pesar de eso, sabes Señor, te lo digo al oído, con vergüenza: "Yo soy
cristiano, he sido bautizado…".
¡Oh! mi Dulce Señor, cuanto te he profanado si
estoy lleno de estos pensamientos mundanos. Tú, el Corazón más humilde y el más
sublime, el más manso, el Todopoderoso. Tú nuestro Dios hermoso, mi Dulce
Esposo. Me olvidé de Tu Imagen, por ser yo la imagen de un dios pagano, de
aquel que produce el escarnio de lo que Tú en mi pusiste de santo. ¡Perdóname Señor!
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Ofrezcamos una jornada de silencio, comparando
la vida de Jesús con la nuestra.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 5 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, qué tierno
sos!
Meditación: Dicen que una vez la Santísima Virgen a un niño se le presentó, le
habló del Amor y de su Corazón, pero el niño que sorprendido la escuchaba se
atrevió a preguntarle por el Niño Dios. De tal modo, una conversación parecida
a ésta se escuchó:
Perdón, Virgen María, ¿pero si voy al Cielo voy
a poder jugar con el Niño Jesús?. La Virgen sonriendo contestó: "Sí, en el
Cielo se te da todo lo que buscas con un corazón de niño". El pequeño
prosiguió: ¿Al fútbol también podré jugar con El?. La Virgen contestó: Si así
lo deseáis... El niño: Ah, pero siempre va a ganar Jesús, porque El es el
mejor, es Dios. La Virgen, llena de ternura, contestó: "No, mi amor,
porque en el Cielo no hay competencia y mi Jesús siempre deja ganar…". A
lo que el niño, poniéndose a llorar respondió: "Entonces yo no quiero
ganar, sólo quiero ser como Jesús...".
¡Qué lección la de la Madre de Dios!. Ella nos
muestra la humildad y la ternura del Corazón de Su Hijo, que todo nos da, nos
deja hasta querer ¨ganar¨ para que podamos aprender a ser como El, y ver que el
Rey, todo Poder, trabaja en la pequeñez. ¿Qué nos queda entonces a nosotros?
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Que tratemos de ser niños guiados por la voz de nuestra Madre,
practicando la humildad.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 6 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, valiente y
obediente!
Meditación: Oh Delicioso Señor, que nos enseñaste desde Tu ímpetu juvenil a
combatir, cuando a Tu Madre confiaste, a Tus dulces doce años, que a los
doctores explicabas las cosas de Tu Padre. Eras apenas un niño, pero en Ti el
Amor había vencido a todo temor, ya que cumplías con obediencia el Querer de
Quien te había enviado. No importaban los escarnios, las burlas ni tu pequeñez,
pues la Sabiduría y el Amor habían de vencer. ¡Que vergüenza la de mi pobre
alma siempre llena de temor para defender las cosas de mi Dios, tanto con la
voz como con el testimonio que doy! ¿Y no es el miedo acaso falta de Fe?, pues
yo nada soy, todo lo es y lo hace el Señor. Entonces si El habita en mí, y me
hace vivir, sólo tengo que servir para llegar a ser un instrumento y un puente
hacia el Cielo.
Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Seamos discípulos del Señor haciéndolo conocer
más y más, prediquemos a un hermano para que pueda encontrar a Cristo en su
corazón.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 7 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, qué sensible
y sencillo sos!
Meditación: Me parece entrever por una ranura de la casa de Nazaret a un Joven
trabajador que con habilidad modelaba un rústico trozo de madera; en el aire se
percibe un rico olor a viruta fresca…parece absorto. De repente y ante una
suave voz levanta Su cabeza…es el Rostro de Mi Señor, que diligente y obediente
responde al llamado de Su Madre. En la otra habitación, en su lecho un anciano
agonizante respira agitadamente…es el pobre papá José. En la Mirada Amorosa de
aquel Joven Niño se reflejan tanto amor, tanto dolor, tanta paz. Entre tiernos
cuidados y santas lágrimas José inicia su marcha, hasta que se abra la Puerta
de la Morada Santa.
¿Somos capaces de imitar la sencillez y el amor
que el Señor prodigó a todos los que tocó en Su vida terrena?. ¿O escapamos en
el mundo de hoy del cuidado de los ancianos y necesitados?. Justificándonos en
que tenemos nuestro trabajo y en que no podemos angustiarnos tanto, ni siquiera
podemos dar una sonrisa para aquel que agoniza. ¡Tenemos que vivir…vivir para
morir!. Amar de verdad es dar todo hasta desgarrar nuestro mísero corazón en
ofrenda al Señor, como lo hizo el Redentor.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Demos cuidado y amor a un anciano necesitado, como lo hizo y lo hace
el Señor.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 8 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, que enviaste
al Espíritu Santo!
Meditación: Jesús que nos enviaste tu Santo Espíritu, que
nos permitiste por Tu inmenso Amor ser templos del mismo Dios, para así vivir
en Ti y recibir a la Divinidad en nuestra pobre casa, llenándola de gracias.
Que seamos vasijas de barro, purificadas por el Fuego ardiente de Dios, para
que Sus dones se derramen en nuestras almas. ¡Oh que sublime posesión sería
ésta, ser poseídos por el Espíritu Divino que nos guía y renueva como verdadera
Iglesia!
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Pidamos la efusión del Espíritu Santo sobre
cada uno de nosotros y sobre toda la Iglesia.
"Ven, Espíritu Santo, ven, por medio de la
poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, Tu Amadísima Esposa,
ven¨" (se repite tres veces).
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 9 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, fuente
inagotable de amor!
Meditación: Jesús tanto nos amó que no sólo hasta Su última gota de Sangre
derramó, obedeciendo la Voluntad del Padre que lo envió, sino que también desde
la Cruz nos dejó a Su Santísima Madre, a la más Bella Mujer que jamás
existiría, para que sea nuestra guía. En Pentecostés, Ella, confirmando su
apostolado, está reunida con los discípulos esperando la venida del Paráclito,
cumpliendo así con lo señalado por su Divino Hijo. Así la Criatura más
Perfecta, la Inmaculada, la Llena de Gracia, se convierte en Madre de la Iglesia,
participando del misterio de la Corredención. Ella ve con dolor y con amor
todas las asechanzas, tropiezos y persecuciones que el enemigo prepara frente a
nosotros, interponiéndose para nuestra protección como la Mujer Vestida de Sol,
y señalando el camino del regreso de Cristo.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Recemos el Rosario a la Santísima Virgen, para
que sea nuestra protectora y nuestra guía.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 10 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, modelo de
virtudes sos!
Meditación: Jesús, que desde pequeño fuiste perfecto, que
corrías y cantabas dando al mundo esperanza, pues ya se acercaba la Primera
Santa Pascua. La Luz del Sol se ocultaba en Tu interior, cubierta con pétalos
de humildad y obediencia al Creador. ¿Por qué no entendemos los hombres que
tenemos que imitarte, que es un honor llevar Tu imagen, y que debemos dejarnos
modelar por Tus Benditas Manos de Carpintero, para llegar a ser a semejanza de
Nuestro Maestro?. ¡Qué honor el nuestro!. Pero qué bajo que caemos, pues cuan
pocos son los que quieren ser como Cristo, Nuestro Rey Divino. Cambiemos
nuestro pobre corazón por Su Sagrado Corazón, sabiendo que recibiremos todos
los gozos, pues así el Señor habitará en nosotros, y tendremos la dicha de
participar en la Santa Llaga, pues la humanidad hoy le clava nuevamente en Su
Sagrado Corazón la lanza.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Leamos la Santa Palabra para conocer más
profundamente cómo es Nuestro Señor, y así llegar a ser Su imitación.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 11 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, desgarrado
en el Huerto!
Meditación: Señor, estás solo…solo desde hace 20 siglos…solo hoy…solo en el
Getsemaní…solo en Tu sufrimiento. Como en aquel tiempo, sentís frío, el frío
del abandono, el frío del dolor, el frío de la falta de fe y amor. Frío y
soledad en el Huerto…frío y soledad en el Sagrario. Los hombres de hace dos mil
años y los hombres del mundo actual se olvidaron del Maestro, de que nos
hiciste Tus amigos, y nos tomaste como hermanos. Tú, el mismo Dios, te hiciste
pequeño. Tú, el Dueño, el Hombre Dios, has sido nuevamente olvidado por todos
aquellos que decimos ser Tus testigos, que te seguimos, pero nos quedamos
dormidos. ¡Somos tibios!. Nuevamente no oramos…como antaño…no te acompañamos ni
reparamos las ofensas que a través del pecado desgarran Tu Sagrado Corazón. Por
todo ello Señor, Mi Dios, perdón.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Adoremos al Señor en el Sagrario, meditando
particularmente respecto de todo lo que El nos da, y también sobre nuestras
faltas de caridad.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 12 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, escarnecido
por nuestros pecados!
Meditación: Señor…en la oscuridad del Getsemaní, la Luz de Tu Presencia.
Señor…que sentías en aquella brisa fría la cercanía de Tu agonía. Señor…te veo
arrodillado y orando, Tu respiración se acelera…puedo sentir el dolor de Tu
Corazón, de ese Corazón que en ese instante sintió todos los pecados, los más
sucios, los más inmundos, los cometidos y por cometer. Señor, allí Tu Corazón
se atravesó. Pobre Mi Señor, el Puro, el Santo, soportando y sintiendo cada
pecado. Señor…estás llorando…Sangre. Señor, de Tu Santa Frente cual pequeños
rubíes gotas de Sangre caen. ¡Oh Señor perdón!, perdón por las espinas de mis
pecados y las de mis hermanos, perdón Señor porque continuamos tu
martirio…perdón Padre porque a pesar de habérnoslo dado, al Sacrificio de Tu
Hijo lo hemos olvidado.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo
en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre sí.
Amén.
Florecilla: Trabajemos con humildad haciendo un examen de conciencia, recordando
y meditando los pecados capitales: soberbia, vanidad, avaricia, gula, lujuria,
envidia, ira.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 13 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, obediente
hasta la muerte!
Meditación: La oscuridad del Huerto parece que se hace más
espesa…y allí Tu Figura excelsa, mi Pobre Jesús, agoniza. La Sangre Bendita cae
sobre la roca fría, y hasta parece una alegoría, el corazón del hombre
endurecido cual piedra fría, y sobre él cae el Sudor y el Llanto Santo que del
pecado nos limpia. Como amoroso y dolorido canto te oigo decir: "Padre, si
es posible que pase de Mí éste Cáliz, pero que se haga Tu Voluntad y no la
Mía". La Oblación de Amor ya ha sido dada…se entrega el Hijo…se desgarra
el Padre… "por Amor, a Su propio Hijo entregó". La Voluntad de
Nuestro Único y Trino Dios es dar todo por amor. Si, por amor a esta pobre
criatura que soy yo, que tantas veces lo negó, que solo quiere bien vivir, y
que me sirvan a mí, que no me importa conocerlo y que con mis miserias y
egoísmos he construido ídolos en el lugar del Santo Templo.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Pidamos al Señor vivir cumpliendo Su Santa Voluntad, y aprender a
amar. Leamos y reflexionemos la Primera Carta a los Corintios, 13.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 14 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, que amas el
silencio!
Meditación: Jesús, que viniste al mundo a sufrir, pero
antes
debías con nosotros convivir. El Niño de
Nazaret, el Hombre del Calvario, en el silencio y la mortificación cumplías la
Voluntad del Creador. Sólo hablaste para enseñar, aconsejar y para mostrar al
Dios de la Verdad. ¡Pero hoy Señor, a todos nos gusta hablar, todos creemos que
sabemos, a pesar de que estamos en el desierto. ¡Cine, televisión y permanente
conversación han quitado de nuestro corazón el lugar que necesitás Vos!. No
queremos oír, solo queremos hacernos respetar, hemos perdido el don de
escuchar...somos sordos de corazón. Y Tú, Jesús, permaneces callado porque ya
has hablado, y aun cuando hoy quieres con nosotros conversar, no te queremos
escuchar. Nos estás esperando como en el Calvario, pero te seguimos
abandonando. ¿Sabes Señor, lo que yo creo que ocurrió?: Te hemos sacado de
nuestro templo y en Tu lugar nosotros mismos nos hemos puesto. ¡Oh Señor!,
permítenos sentir en nuestro corazón el amoroso susurro de Tu Santo Espíritu,
para que estos sordos del siglo XXI volvamos a conversar con Vos y cumplamos
con el Divino Querer, haciendo el bien. Que podamos repetir: "Señor, habla,
que Tu siervo escucha".
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Hagamos una jornada de silencio tanto exterior como interior,
alejándonos del ruido del mundo para poder escuchar la Voz de Dios.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 15 de Junio
!Oh Sagrado Corazón, Corazón del
Uno y Trino Dios!
Meditación: Corre una brisa fresca y parece que junto al
pequeño río algo de naturaleza despierta...es el Jordán...un pequeño gentío,
allí está el Bautista...se acerca imponente mi Jesús, sin pompas, con sencillez
pues es el Verdadero Rey. Se miran, se dicen unas pocas palabras y en ese
instante el Cielo habla...se abrieron los Cielos y descendió el Espíritu de
Dios. Al mismo tiempo se oyó una Voz que desde el Cielo dijo: "Este es Mi
Hijo, el Amado, este es Mi Elegido" (Mateo 3-16).
La misma Trinidad se presentaba en la tierra
Santa, mostrándonos en lo pequeño un gran misterio. Tres personas distintas y
Un sólo Dios. Jesús, al decirle Sus discípulos "muéstranos al Padre"
respondería: "hace tanto tiempo estoy entre ustedes y todavía no me
conocen". Nuestra limitada naturaleza no puede entender la ilimitada
magnificencia de Dios, Uno en el Otro está, y el mismo Corazón es de nuestro Único
Dios.
Pidamos al Corazón del Hijo conocer el Amor del
Padre, y encerrarnos en El, cubiertos con las Alas del Espíritu Santo.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Hagamos la oración de los pastorcitos de Fátima:
Oh Dios mío, yo creo, espero, adoro y Os amo y
Os pido perdón por todos los que no creen, no esperan, no adoran y no Os aman
(repetir tres veces). Santísima Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo, Os adoro
profundamente y Os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de
Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, Presente en todos los Tabernáculos
de la tierra en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con
los cuales El mismo es ofendido, y por los méritos infinitos del Sagrado
Corazón de Jesús y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María Os pido
por la conversión de los pecadores. Amén
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 16 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, traicionado,
enllagado, martirizado y destrozado!
Meditación: Oh Señor, casi no te reconozco, ¿por qué he
sido tan cruel contigo, si eres El Cristo?. Estás encarnizado, eres una llaga
viva, te han flagelado...y te han vestido de rey de burlas, envuelto en un
manto púrpura. Perdón, perdón Jesús porque yo te puse ahí.…estas desfigurado,
tan sólo Tu hermosa y tierna Mirada apacigua la vergüenza de mi alma. Ojos
tristes sí, ojos tristes de mi Jesús que ven lo que soy, lo que fui y todo lo
que seré. Pero Tú, Señor, lo haces para darme, darme el perdón, darme Tu Amor y
regalarme la Vida con Tu agonía.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Ofrezcamos un sacrificio al Señor haciendo algo que sea de Su agrado,
pero que nos cueste, recordando que "tu mano derecha no debe saber lo que
hace tu mano izquierda".
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 17 de Junio
!Oh Sagrado Corazón, taladrado
por clavos!
Meditación: Llegaste Señor...es la cima del Gólgota, la montaña
de nuestra maldad y miserias. La regaste con Tu Preciosísima Sangre, y ahora
Señor, en la hora en que el infierno todo te destroza, es el momento de Tu
Victoria, el supremo misterio que comenzaste en el Huerto. La mañana se pone
oscura, parece que el cielo ha perdido toda hermosura. El Madero, Tu Madre,
Juan, y algunas pocas mujeres y discípulos te acompañan en Tu momento final.
Los soldados han comenzado su trabajo y taladran en Tu Santo Cuerpo los clavos,
te han desnudado. Pobre mi Señor, pobre mi Amor, se desgarra aún más Tu
Corazón, y el de Tu Santa Madre despedazándose está...quisiera gritar
"¡basta ya!", pero al igual que hoy, ya nadie detendrá Tu Pasión. ¡No
quieren parar, no quieren escuchar!.
¿Y saben, hermanos?, el Calvario de ayer y hoy es
parte del plan más sublime de Amor que hizo nuestro Dios para nuestra
salvación, es el Triunfo del Corazón. Si, del Sagrado Corazón de Jesús y del
Inmaculado Corazón de María. Y así ayer como hoy, mi Señor, quiero bajarte de
la Cruz, quiero sacarte los clavos que yo mismo te he clavado con mi pecado.
Permíteme morir por Ti para resucitar en Ti.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Que podamos morir a nuestra voluntad, sacando afuera todo lo que no
es de Dios, y viviendo cada instante como lo haría el Señor .
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 18 de Junio
!Oh Sagrado Corazón, sediento de
amor!
Meditación: Jesús, Jesús...ya sobre la tierra te han
elevado, no puedes sostener Tu Cabeza, de Ella Sangre gotea...de Tu Santa Boca
salen hilos de Sangre. Señor, te escucho decir: "tengo sed...", pero
me miras a mi, ¿Señor, tienes sed de mí?, ¿de esta pobre criatura?. Repites
"tengo sed...", sí, Señor, sed de amor, sed de éste pobre amor que te
niego yo...perdón Señor, ¡perdón Mi Dios!. Mi Cristo, mi amado, escúchame bien,
ya que te lo digo de corazón: "Jesús en Ti confío, perdona todos mis
olvidos, "Jesús en Ti confío", perdona porque te he hecho un
"mendigo", un mendigo de amor, que espera a mi pobre corazón.
Padre, míralos. Mira a Tu Hijo aún mancillado,
mira a Su Madre también Crucificada, cambia nuestro corazón para que siendo
hijos Tuyos, te llenemos de orgullo.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Hagamos una Hora Santa de Adoración Eucarística.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 19 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Corazón
Misericordioso!
Meditación: El viento arrecia, parece que la tierra se pone desierta, todo se
oscurece...se va la Luz del mundo, y te escucho decir: "Padre, perdónalos
porque no saben lo que hacen..." y de repente se oye un grito desgarrador:
"Padre, en Tus Manos encomiendo Mi Espíritu". Mi Dulce Jesús ha
muerto, mi Dios ha muerto...lo hemos matado. De nuestro corazón aún hoy lo
arrancamos, la tierra tiembla...por eso nuevamente están aquí las tinieblas. Tu
Cuerpo Santo cuelga inerte, pero a pesar del temor, un soldado con la lanza
abre Tu Costado, y brotan de Él Tu última gota de Sangre, y Agua. La Sangre de
la Redención, el Agua del Perdón. Así la Luz de Tu Misericordia nos baña en los
sublimes Sacramentos que dejaste en Tu Iglesia Santa. Señor, mi Jesús amado, mi
Redentor, me atrevo a pedirte a Vos que me liberes hoy y me enseñes a pedir
perdón, para mi sanación, bañándome con los Rayos de Tu Misericordioso Corazón.
Que goce así de la Nueva Jerusalén que algún día veré.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Recemos la coronilla a La Divina Misericordia dada por el mismo Jesús
a Sor Faustina Kowalska.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 20 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Corazón del
Supremo Amor!
Meditación: Oh Señor, todo se ha consumado, todo nos has
dado...la tierra ha crujido cual grito dado por la creación. Ha muerto el
Salvador, el Hijo de Dios, lo hemos matado. Tú, mi Amado, mi Buen Jesús todo
enllagado, con Tu Cuerpo destrozado te encuentras colgado, Tus Ojos se han
cerrado...el cruel suplicio ha terminado. Te bajan de la Cruz, y Tu Pobre Santa
Madre, desgarrada, te recibe en sus Brazos.
Con gemidos y llanto, se ha
atravesado su Santo Corazón por una espada de dolor. Parece acunarte como lo
hacía en las claras mañanas de Belén, Ella te besa y te acaricia, tratando de
devolverte la vida. Señor, permíteme besarte y acariciarte como lo hace Tu
Madre, porque Tú por mí te entregaste. Permíteme dar todo por mis hermanos,
aunque tenga que pasar por un calvario. Permíteme estar contigo, aún cuando no
lo merezco, pues he dejado que mi corazón se ponga duro y maltrecho. Permíteme
acompañarte en el dolor, porque así es el Verdadero Amor: compartir el
sufrimiento y ser consuelo.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Meditemos sobre los últimos momentos de la Pasión del Señor y el
dolor de Su Santa Madre.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 21 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Indulgente y
Glorioso!
Meditación: Señor, a pesar de que Tu Corazón ya no latía, Tu Madre sabía que
volverías. Ella con gran Dolor te aguardaba en oración, Ella esperaba,
destrozada y angustiada, Ella confiaba en Tu Palabra. Señor de la Esperanza,
Señor de la Verdad que enseñas a Tu Iglesia, a pesar de su tibieza, que Tu
Palabra no pasará, que todo se cumplirá. Por eso aquella Dulce Muchacha de
Nazaret, la Joven Madre de Belén, la Dolorosa del Calvario, nos mostraría que
con amor y Fe que te volveríamos a ver. Es por eso que a Ella te presentaste
para consolarla y alegrarla, pues El Santo, Su Hijo Amado, había Resucitado.
¡Cuál no fue el Gozo de aquella Santa Madre!. Alegrémonos con María pues Jesús
está vivo, en Cuerpo y Alma, vivo hace dos mil años y vivo hoy. No prediquemos
a un Cristo Muerto, ya que ¡el Señor Resucitó!. ¡Gloria a Dios!
Y Este Señor está a nuestro lado, porque la
Santa Palabra cumpliéndose está. Él nos dijo: "...donde dos o más estén
reunidos en Mi Nombre, Yo estaré en medio de ellos".
Hagamos lo que nos
ordena nuestro Señor: "vayan por todo el mundo y anuncien la Buena
Nueva...éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en Mi Nombre
echarán demonios y hablarán nuevas lenguas, tomarán con sus manos serpientes y
si beben algún veneno, no les hará daño, impondrán las manos sobre los enfermos
y quedarán sanos..." (Marcos 16, 15-20). Cristo está vivo, es el Único
Dios y todo lo hace El, es el Señor que sigue haciendo milagros y
acompañándonos...seamos sus humildes instrumentos.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Que testimoniemos a nuestros hermanos que Jesús
está vivo, cumpliendo sus mandatos.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 22 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Corazón
Eucarístico!
Meditación: ¡Oh Señor, Oh Mi Amor!. Que aquel Jueves Santo
te quisiste quedar entre nosotros perpetuado en el Pan Sagrado. Señor, te
conviertes en nuestro Alimento para que algún día veamos el Cielo. Cuántos hoy
del Supremo Regalo se han olvidado y lo han despreciado, cuántos hermanos están
profanando Tu Cuerpo Santo. Sabes, Señor, muy pocos creen que estás en el Pan
Vivo, que el Vino en Tu Sacratísima Sangre se ha convertido...¡oh Mi Cristo,
cuántos corazones perdidos!
Señor que nos obsequias en las Especies Santas
la Vida de las almas, qué pocas de ellas Te besan cuando en ellas entras.
Jacinta de Fátima te llamaba el Jesús Escondido, al saber que estabas en el Pan
Bendito. ¡Oh Señor, que renuevas el Supremo Sacrificio y te ofreces permanentemente
para nuestra salvación! Te pido perdón por todos los que no sabemos verte
presente en el Pan de Dios y no te damos permanente adoración!
Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado
Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Ofrezcamos una mortificación
al Señor por todos los ultrajes y sacrilegios cometidos contra Su Santísimo
Cuerpo y Sacratísima Sangre.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María
y un Gloria.
Nardo del 23 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, abundancia
de Amor!
Meditación: ¡Oh Señor!. Quién pudiera conocerte
verdaderamente a Vos, Señor que te hiciste Hombre y pescador, para enseñarnos a
trabajar en el Amor. ¡Oh Señor!, que a todos buscas. Tú, el Rey, te sentabas en
una barca y desde el lago de Galilea enseñabas Tu Palabra. Tú, que a los
leprosos curabas y sanabas las almas. Tu mirada era sólo Amor y ofrenda del
dolor que causaba el hedor de las almas putrefactas. Tú, Señor, que conoces
todos nuestros pecados pero a pesar de eso nos sigues amando. Tú, que por
nosotros te sigues dando, para que volvamos a Tu lado. Tú, Señor, que por gran
Misterio nos quieres dar un corazón nuevo para nacer a Vos y vivir en unión con
Nuestro Creador. Señor, que nos regalas la esperanza de habitar algún día en
eterna alabanza en la Morada Santa, permite a este siervo Tuyo tirar las redes
para llevar a mis hermanos hacia Tus Benditas Manos.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Pidamos al Señor, en humilde oración, que podamos ayudar a la
conversión de nuestros hermanos.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 24 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, que te hiciste
mi hermano!
Meditación: Pobre, mi Jesús, que con dulzura nos quieres llevar a la Tierra
Prometida. ¿Sabes, Señor, qué pienso cuando aún te miro clavado en el
Madero...cuando veo Tu Corazón sangrar?. Con un suspiro lleno de dolor quisiera
bajarte de la Cruz, sacarte esos clavos, borrar de Tu Frente todos los pecados
que desfiguraron Tu Amado Rostro Santo.
Y Tú, con esa Mirada pides amor en un
mundo que se olvidó de Dios, que sólo busca el placer, la vanidad, no pensar en
los demás para vivir en el yo. Señor, qué lejos de Tus enseñanzas Tú nos
viniste a liberar, a mostrar que teníamos que morir a nosotros mismos para
vivir en Cristo. Señor, darse por los demás hasta morir. Sí, Tú me lo viniste a
decir y yo lo olvidé, el mundo me hizo sordo de corazón y dejé de oír Tu Voz.
Creí que yo solo podía, que triunfaría y viviría la buena vida. ¿Qué vida,
Señor, si así yo moría, y a pesar de que todo tenía me encontraba con el alma
vacía?. Jesús, mi amado, Jesús, mi hermano que todo nos has dado, hazme
escuchar Tu hermosa Voz como mi hermano mayor que me miras y me guías, y eres
fuente de verdadera alegría. Porque sabes, mi Señor, aún cuando todo me
sacaras, si aun tengo Tu Mirada. destella mi alma porque sé que Tú me amas.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Seamos sencillos y regalemos sonrisas y
consuelo a todos los que están sufriendo, aún cuando nosotros estemos en el
huerto.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 25 de Junio
!Oh Sagrado Corazón, fuente de
unión!
Meditación: ¿Señor, me dejas espiar por una rendija en Tu vida...?. Te veo
caminando por la pequeña Nazaret, pero no pareces un rey...tampoco un juez. Te
ves esbelto, fuerte, de rostro hermoso. Tu mirada es profunda...miras los
corazones de todos los hombres. Junto a Ti algunos discípulos van caminando,
creo que son Pedro, Santiago y Juan...los escucho hablar de otros hermanos que
han encontrado, y dicen que no tienen un corazón sano. De repente los miras y
con imponente voz interrumpes su conversación. Se Te escucha decir: "no os
quiero ver juzgar, sino sólo amar y predicar para cambiar lo que está
mal...". Los discípulos hacen silencio, pues ha hablado el Maestro.
Y ahora me imagino, Señor, verte caminar
aquí...a mi lado, y que yo también voy hablando de mis hermanos. Señor, Tú me
dirías lo mismo y me recordarais Tus enseñanzas: "...así como juzguéis
seréis juzgados...", o aquella otra: "...el que esté libre de pecado,
que tire la primera piedra...". Señor, creo que no soportaría Tu Mirada,
pues cómo verías mi alma, la verías manchada. Señor, yo también voy a hacer
silencio, para sacar de mi corazón todo lo que no es bueno y poder seguir así
las enseñanzas de mi Maestro. Señor, no permitas que yo ponga discordia, porque
conozco Tu gran Misericordia. Haz que busque la unión como símbolo de amor,
para ser Uno como lo sos Vos con el Creador y el Espíritu de Santificación.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Oremos para que descienda el Espíritu Santo sobre nosotros, y que por
Su intermedio nos sigamos purificando, conociendo todo aquello en lo que a Dios
no agradamos.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 26 de Junio
!Oh Corazón Sagrado, amado reposo
de las almas!
Meditación: ¿Sabes, Señor?, cuando te miro Tu sabes que
sonrío, pues veo Tu Dulzura y Poder. Yo sé que eres mi Rey, sé cuánto me
conoces y me quieres, que estás junto a mí y me sigues, que evitas que caiga, y
que consuelas mi alma. Cuando tengo dolor, cuando la oscuridad me quiere
atrapar, Te me acercas y Tu mano me das, y es entonces cuando siento cuánto me
cuidas. Y me dices: "descansa ya, pues Yo, el Amor, estoy junto a
vos". Es allí cuando se disipa mi aflicción y siento Tu calor, me siento
dichoso y mi alma goza. Y el dolor y la noche ya no están, pues Tú lo
permitiste para que vea mi debilidad y conozca Tu Fortaleza. El sufrimiento que
purifica, la oscuridad que hace ver la Luz, porque allí siempre estás Tú.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Preparemos y seamos un Altar a Jesús, tanto físico como espiritual,
para agradecer cuánto nos da.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 27 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, confianza y
amor!
Meditación: Jesús, mi corazón se ha puesto triste...porque
Tú, que tanto nos quisiste, que nos redimiste, nos miras a través de los siglos
y nos dices lleno de dolor y de amor: "...la falta de confianza lastima
mis entrañas...". Señor, Tú sabes lo que siento cuando te veo clavado y
muriendo por Amor, pero sin recibir amor, pues hoy nuevamente te lo negamos. No
confiamos en Vos, no creemos que eres el único Dios, no vivimos para Vos, pues
si te amáramos confiaríamos en Ti, y Tú serias nuestro único descanso. Señor,
mi amado, Tu sabes que te amo y que por ti clamo, pero también sabes cuan
pequeño es mi amor, pues muchas veces te he negado. Hoy Te pido perdón, y como
sabes bien que Tú eres mi querer, te pido que aumentes mi fe, que me bañes en
el manantial de Tu amor, para ser así el más fiel a mi Rey. Que sea como Tu
Mamá: fiel por toda la eternidad. Y hoy te digo despacito y al oído, a Ti, Mi
Cristo, a Ti, Mi Señor Bendito: "Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
Sé mío".
Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Digamos varias veces al día "Sagrado Corazón de Jesús en Ti
confío, más aumenta mi fe".
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 28 de Junio
Meditación: Oh Señor, que no sólo nos mostraste los secretos de Tu Corazón, sino
que nos regalaste el Corazón de Tu Madre, la Mujer Perfecta, la Llena de
Gracia, la Virgen Purísima que regaría la tierra a través de su llanto, para
limpiarla de todo pecado. En la aridez flores de pureza crecerían, cultivadas
por Tu Madre Bendita. María, que iluminas las tinieblas de ésta tierra yerra,
con la pura nieve que cae de Tu Inmaculado Corazón, con una promesa de
misericordia y perdón, haz que se abra nuestro corazón para la conversión, para
esperar con alegría, en medio de toda tribulación, el Triunfo de Tu Inmaculado
Corazón, por Ti profetizado .
Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Hagamos en este día las consagraciones al Inmaculado Corazón de María
y al Sagrado Corazón de Jesús.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del día 29 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Potestad
Sublime!
Fiesta de San Pedro y San Pablo
Meditación: Oh Jesús, Mí Buen Pastor, que nos buscas como a ovejas en la tierra
desierta, que nos cuidas y nos proteges, y Tu cayado levantas para evitar que
el maligno hiera a Tus corderitos. Señor, que me buscas en la noche oscura y me
libras de toda amargura. Amando siento Tu Presencia, y todo lo demás
desaparece; es Tu Gran Poder el que me marca el camino y me guía como a un
niño. Esa Luz dorada que de Ti se desprende, y cual luciérnagas hermosas, como
estrellas fugaces veo las luces de Tus Ángeles. Entonces siento que Tú, Mi
Dios, todo eres, todo puedes, pues eres el Rey. Señor, que a pesar de mi
pequeñez a mi casa vienes, para llevarme a Ti.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Comulguemos agradeciendo a Jesús
por todas las gracias que derrama a través de Su Sagrado Corazón.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Nardo del 30 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Camino,
Verdad y Vida!
Meditación: Sabes, Señor, me parece verte en una colina de la hermosa Galilea.
Vestido de blanco estás, el manto no llevas, Tus discípulos están descansando y
el cielo se está pintando de un rojo tornasolado. Se levanta un rico olor a
tierra mojada, y sobre la colina en que pones Tu mirada un trigal se alza,
parece como que el campo se ha vestido de dorado para alabar al Dios de lo
alto. En la otra colina, sencillas flores multicolores esparcidas la tapizan, y
sonríen al nuevo día. Más allá hay un campo ralo en el que no crece ningún
sembrado. Señor, me parece que me quieres decir que el mundo así está. A pesar
de que toda la tierra fue regada con la Santísima Sangre de Mi Señor, en muchos
lugares la semilla no germinó pues no se trabajó con fe y amor. Fue entonces
que la planta murió y la tierra en desierto se convirtió. La otra colina en la
que germinan flores sencillas son las que han luchado en un campo no tan
trabajado, pero donde los talentos a Dios se han presentado y El los ha
premiado. El trigal del cual se saca el Pan son todos aquellos a quienes el
Señor eligió para ser Sus testigos, y que se vistieron de dorado, abrazándose
con nardos pues junto a El su vida han entregado.
Señor, que en la Santa Llaga de Tu Corazón nos
abrazas a todos con el Fuego del Amor, escóndenos allí hoy, para evitar que
caigamos en el mal. Purifícanos cual metal, para que alcancemos la Verdadera
Vida en la Tierra Prometida.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti,
mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
sí. Amén.
Florecilla: Llenemos el altar que hemos preparado de flores físicas y
espirituales, y cantemos en alabanza al Corazón del Amor, que es Jesús, Nuestro
Redentor.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN TI
CONFÍO, MAS AUMENTA MI FE
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