"Ventana abierta"
HOY, EL
RETO DEL AMOR ES ENTREGARLE AL SEÑOR A TRES PERSONAS QUE A LO LARGO DEL DÍA
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Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
EN EL EQUIPO DEL SEÑOR
Esta semana me toca el turno de lavado. Así que
otra hermana y yo formamos equipo para ocuparnos de llevar la ropa sucia,
preparar las lavadoras, tenderla…
Cuando me he visto con el carro de la ropa
sucia, recopilando lo de unas y otras, me ha hecho gracia la comparación,
porque esto es un poco parte de nuestro “oficio” como monjas, como personas
consagradas al Señor. Acogemos tantas situaciones por las que nos piden
oración, escuchamos, acompañamos, y todo ello para llevarlo a los pies del
Señor, dejarlo en Él y pedirle por cada una de esas intenciones. Después, Él se
ocupa de “lavar la ropa sucia”, porque es Cristo quien muere y resucita por
todo ello. ¡Él es verdaderamente nuestro Salvador! Y con Él tenemos la gracia
de poder vivir cualquier situación de una forma nueva.
Pero, pensándolo bien, en realidad este es
también el “oficio” de todo cristiano. Porque cuántas veces, a lo largo del
día, recibimos una queja o un desahogo, o acogemos la fragilidad del otro, a la
vez que también descubrimos la nuestra propia… y, sin embargo, todo ello no es
para que quede en nosotros, sino para entregárselo a Cristo. Lo que queda en
nosotros nos atasca; en cambio, lo que le entregamos a Cristo, Él lo redime.
Hay veces que algunas cosas se las tenemos que entregar una y otra vez, como esas
“manchas” que se incrustan un poco más…, pero con Él toda nuestra vida es
amada. Y si lo hemos experimentado en la nuestra, tenemos la certeza de que así
mismo ama a los demás.
Ahora es Él quien hace “equipo” con nosotros,
para que todo lo que recibimos de los demás, todo aquello que nos comparten
abriendo el corazón y desde la confianza, nosotros lo podamos depositar a los
pies del Señor, con la certeza de que Él es quien verdaderamente tiene el
poder.
Hoy, el reto del amor es entregarle al Señor a tres personas que a lo largo del día entren en contacto contigo. ¡Habla al Señor de la gente!
VIVE DE CRISTO




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