"Ventana abierta"
El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es María, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos.
SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO
UNA FIESTA MARIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO |
VIGILIA DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA
Es la Asunción de Nuestra Señora a los cielos
la coronación de todas sus fiestas y recuerdos, el fin de su destierro y la
entrada triunfal en el imperio de su Hijo, que son los cielos, como soberana y
emperatriz. Qué alegría de ángeles, qué tristeza en los apóstoles, qué
hermosura de Virgen, qué júbilo en los cielos, qué vacío en la tierra. Hasta
ahora vivió en ella aquella vara de Jessé y rosa de Jericó para hacer dos veces
el oficio de madre, siendo siempre virgen. La primera vez real y verdaderamente
con aquel Niño concebido por milagro que después de haber llevado nueve meses
en su seno, salió de él sin romperlo ni mancharlo, como el rayo del sol sale
por un cristal y nació en Belén y vivió en Nazaret.
Era Hijo de Dios y María su madre fue por ello
elevada a una dignidad superior a todos los ángeles, cual es ser Madre de Dios.
La otra maternidad es figurada con relación a la Iglesia. Esta sociedad fundada
por Nuestro Señor Jesucristo y fortalecida y vivificada por el Espíritu Santo,
acababa de nacer cuando el Hijo de Dios subió a los cielos, y por no dejarla en
un punto huérfana de padre y madre, ahí quedó la Santísima Virgen en torno de
la cual se reunían los apóstoles, y a quien miraban los recién convertidos como
un ser extraordinario, que tocaba la esfera de lo divino.
Cuentan de San Dionisio Areopagita que, al
encontrarse con ella en Éfeso en los últimos días que vivió con el discípulo
amado, le sobrecogió de tal manera, que la hubiera adorado como diosa, de no saber
que era persona humana.
Cuando la Iglesia se extendía ya por todo el mundo y en las ciudades más famosas como Roma, Alejandría, Atenas, Antioquía era adorado el Hijo de la Virgen subió ésta al cielo a sentarse a su lado como reina de cielos y tierra.
Ave María...
Gloria...
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.
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