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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 27 de octubre de 2020

Carta del Papa Francisco a los jóvenes: ¡Dios te ama! ¡Cristo te salva! ¡Cristo vive! Martes, 27 - Octubre - 2020

 "Ventana abierta"

Cristo vive

P. Leonardo Molina García 

Christus vivit

Carta del Papa Francisco a los jóvenes: ¡Dios te ama! ¡Cristo te  salva! ¡Cristo vive!


Primera gran verdad: Dios te ama

«La primera verdad que quiero manifestar, a cada uno de    vosotros, es esta: 'Dios te ama'. No importa si esta verdad ya la habías escuchado alguna vez, o quizá nunca hasta ahora. Dios te ama. Nunca lo pongas en duda, suceda lo que suceda a lo largo de tu vida. En todo momento y en cualquier circunstancia, tú eres objeto del amor de Dios, un amor que no tiene límites» (CV 112).

•   «Lo que sí puedo decirte con absoluta certeza es que puedes sentirte a salvo en los brazos de Dios Padre, el Dios  que te dio la vida y la mantiene en todo momento. Él estará siempre a tu lado y te sostendrá con firmeza; pero a la vez observarás que siempre respeta plenamente tu libertad» (CV 113).

•   «Para Dios tú eres un bien muy grande; tú no eres insignificante. Tú le importas mucho, porque eres obra de sus manos. Por eso, se preocupa por ti y siempre te recuerda con cariño. Debes confiar en la memoria de Dios. En efecto, su memoria no es simplemente un 'disco duro' que registra y almacena todos tus datos personales. Su memoria es un corazón lleno de tierna compasión, un corazón que se alegra al poder borrar todo vestigio el mal que pueda haber en tu vida. Él no lleva cuenta de tus caídas, siempre te ayuda a aprender, incluso de tus errores. Porque Dios te ama» (CV  115).

«El amor de Dios no es un amor que te oprima o agobie, un amor que te aparte de los demás, un amor que te imponga silencio, un amor que te humille o avasalle. El amor del Señor es un amor de todos los días, un amor discreto y respetuoso, un amor que es libre y libera, un amor que nos sana y ayuda a levantarnos. El amor del Señor es una mano tendida más que una mano rígida, es más reconciliación que prohibición, es más perdón que condenación, es más futuro que pasado» (CV  116).

«Cuando Dios te pide algo, o simplemente desea que afrontes los retos que la vida te propone, Él también espera que le permitas que te aliente, que te ayude a crecer. A Dios no le molesta que compartas con Él tus cuitas. Él se preocupa por ti si observa que prefieres no hablarle ni abrirte a mantener un diálogo sincero con Él» (CV 117).

La segunda gran verdad: Cristo te salva

•   «La  segunda verdad es que Cristo, por amor se sacrificó  hasta el final para salvarte. Sus brazos abiertos en la Cruz   son el signo más precioso de que Él es un amigo capaz de llegar hasta el extremo» (CV 118).

•   «El mismo Cristo que nos salvó de nuestros pecados clavado en la Cruz hoy continúa su obra de salvación y redención  con el poder de su entrega total. Mira a su Cruz, aférrate a Él, deja que Él te salve. [...] Y, si tú pecas y te alejas de Él, Él de nuevo tiende su mano y vuelve a levantarte con el poder de su Cruz» (CV 119).

•  «Jesús nos  salva porque nos ama y no puede actuar contra su propia naturaleza. Podemos hacer mil cosas contra Él; sin embargo, Él sigue amándonos y continúa salvándonos, porque solo el que es amado por Él puede ser salvado. El amor del Señor es más grande que todos nuestros problemas, fragilidades y pequeñeces» (CV 120).

•   «Fija tu mirada en los brazos abiertos de Cristo crucificado y déjate salvar por Él una y otra vez. Y, cuando vayas a confesar tus pecados, cree firmemente en su misericordia, que te libera de tu culpa. Contempla su sangre derramada con un amor tan grande y déjate purificar por ella. De este modo podrás renacer de nuevo» (CV  123).

Tercera gran verdad: Cristo vive

• « Y ahora,  fijemos la atención en una tercera verdad, inseparable  de la segunda: ¡Cristo vive ¡Tenemos que recordarlo a menudo, porque corremos el riesgo de considerar a Jesucristo solo como un  hermoso ejemplo del  pasado, como  un recuerdo, como alguien  que nos salvó hace dos  mil años. Pero esto no nos serviría de nada: nos dejaría   igual que antes, esto no nos liberaría» (CV 124).

•   «Sí, Cristo vive y siempre está presente en tu vida, para llenarla de luz y liberarla de todo dolor y toda soledad. Aunque todos te abandonen, Él siempre se queda contigo. Él llena tu vida con su presencia invisible. Adonde vayas, allí estará Él, esperándote» (CV 125).

•   «y, porque Él sigue vivo, no cabe duda alguna de que la bondad  ocupará un lugar de primacía en tu vida, y que todos   tus desvelos habrán  valido la pena. En este caso, deja de quejarte y mira hacia el futuro, porque todo es posible con Él. Esta es tu certeza. Jesús vive para siempre» (CV 127).

Invitación a la reflexión y al diálogo

«El amor del Señor es un amor de todos los días, un amor discreto y respetuoso, un amor que es libre y libera, un amor que nos sana y nos ayuda a  levantarnos» (CV 73). ¿Qué experiencias tengo yo del amor de Dios? ¿De qué modo el amor de Dios influye en mi vida? ¿Hay algo en mi vida que me impide sentirme querido por   Dios? ¿Sé cuál es este problema? ¿Qué hago para encontrar la solución?

•  «Fija tu mirada en los brazos abiertos de Cristo crucificado y déjate salvar por Él una y otra vez. Y, cuando vayas a confesar tus pecados, cree firmemente en su misericordia, que te libera de tu culpa» (CV 123). ¿Con qué sentimiento acudo a recibir el sacramento del perdón? ¿Me ha ayudado recibirlo? ¿Cómo? ¿Cómo puedo explicar qué implica ser perdonado por Dios a un amigo que no lo ha vivido?

•  «Sí, Cristo vive y está siempre presente en tu vida, para llenarla de luz y liberarla de todo dolor y toda soledad. Aunque todos te abandonen, Él siempre se queda contigo, como lo había prometido: "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (CV 125). ¿Cómo sería mi vida si no tuviera fe en Jesús? ¿Creo que me da vida? ¿En qué lo noto? Mi vida, ¿es mejor con   Cristo que sin Él? ¿Sé explicar por qué?

•  «Nada debe importarte  más que encontrarte con Dios y enamorarte de Él de una manera definitiva y absoluta. Aquello que amas de verdad atrapa tu imaginación y acabará afectando a toda tu vida» (CV 132). ¿Creo que Dios me ama tal como soy? ¿Qué puede impedirme que lo crea? ¿En qué momento de mi vida he sido más consciente de su amor? ¿En qué puedo mejorar mi testimonio como creyente en Cristo Jesús?

Francesc Riu SDB. Boletín Salesiano. Mayo 2020

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