"Ventana abierta"
Rincón para orar
Sor Matilde
EL PADRE SE REVELA A LOS PEQUEÑOS
21 En aquel momento, se llenó de gozo Jesús
en el Espíritu Santo, y dijo: « Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la
tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has
revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito.
22 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. »
23 Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: « ¡Dichosos los ojos que ven lo que veis!
24 Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron. » (Lc. 10, 21-24)
22 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. »
23 Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: « ¡Dichosos los ojos que ven lo que veis!
24 Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron. » (Lc. 10, 21-24)
Vuelven los setenta y dos discípulos muy contentos a
Jesús, porque en su Nombre han expulsado los demonios. !Están felices de ver
caer ante sí a los espíritus malignos; y a los poseídos por el demonio verlos
sanos y dando gracias a Dios y a Jesús, su Enviado!. También Jesús se alegra en
el Espíritu Santo, pero más que por este milagro, porque estos pobrecillos, por
haber creído en Él “tienen sus nombres escritos en el cielo”… El Espíritu Santo
le invade a Jesús para que dé gracias al Padre, porque en su misterioso
designio de Amor ha elegido para instituir su Reino en la tierra a hombres
insignificantes, pobres en todos los sentidos: sin saber, sin ciencia, rudos y
simples, a los que los príncipes de este mundo ni siquiera se dignan ni mirar…
Y ellos, éstos, son los elegidos del Padre, porque “lo débil de Dios, es más
fuerte que los hombres y lo necio de Dios, es más sabio que los hombres”… Y es
así, porque “a Dios le ha parecido bien”, porque: “¿Quién conoce la mente del
Señor o quién ha sido su consejero?”… Esta sabiduría confunde a los sabios de
este mundo y les deja sin palabras, por esto, los designios de Dios, están
escondidos a sus ojos y a sus mentes…
Y después, volviéndose a sus discípulos les declara
Bienaventurados, porque han conocido estos Misterios y han visto el Amor del
Padre en Jesús… Él es el reflejo de la Sustancia de Dios, la impronta de su
Ser… ¡Y los discípulos, son depositarios de estas maravillas que Jesús nos ha
regalado, en viniendo a la tierra!…
“Muchos profetas y reyes, quisieron ver lo que estos
pobres hoy contemplan y ni lo vieron, ni lo oyeron”…
¿Qué hemos hecho nosotros para ver hoy nuestros anhelos
cumplidos?… ¡Nada, todo es gracia!...
¡No hemos de mirar tanto el porqué de esta dignación de
Dios, pues no tiene respuesta, sino vivir en una acción de gracias ininterrumpida,
que dé cabida a mayores dones y benevolencia de Dios!…
¡Que Él, con su Espíritu, nos dé el corazón de los
pobres de espíritu, de los insipientes en las cosas de Dios, para abrirnos a
mayores regalos, pues Dios, en sus riquezas, las posee infinitas!...
¡Que las cosas de este mundo no atraigan nuestra
atención, sino que el Señor nos despierte para los tesoros de su Reino!…
¡Que así se haga en nosotros!...
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