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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

miércoles, 27 de febrero de 2019

Un grano de maíz.

"Ventana abierta"

Un grano de maíz

Cierto día, un campesino pobre iba andando por el bosque de regreso a casa con un saco de maíz que había recogido. Era lo único que tenía para comer, y por el camino iba lamentándose de su pobreza y de la mala cosecha.

De repente oyó un trote de caballería, y de entre los matorrales salió un noble señor acompañado de sus súbditos, en toda su magnificencia. El campesino se alegró interiormente, pensando: "¡Seguro que ahora este poderoso señor terminará con mi pobreza y me colmará de riquezas!".

El noble bajó de su caballo y se acercó al sonriente campesino. Sin embargo, para su sorpresa, lo que hizo fue preguntarle:
- ¿Qué tienes para darme?

El otro, anonadado, sólo acertó a decir:
-¿Qué?

- ¿Qué me ofreces? - repitió el caballero.

El pobre campesino, cabizbajo, todas sus esperanzas frustradas, metió la mano en el saco y sacó un único grano de maíz (no fuese a ser que aún se quedara sin comer) que le tendió al señor.




 Éste, sin decir nada, subió de nuevo a su caballo y reemprendió la marcha.

Al llegar a su casa, el campesino vació su saco y encontró un grano de maíz de oro macizo. 


Echándose las manos a la cabeza, se lamentaba:
- ¿¡Por qué no le habré dado todo el maíz!?

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