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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

viernes, 24 de agosto de 2018

La casa imperfecta

"Ventana abierta"


La casa imperfecta


Un viejo carpintero decidió retirarse y poder disfrutar así de su familia y así se lo comunicó a su jefe. A pesar de que iba a extrañar su salario mensual, creía que ya había llegado la hora de dejar el negocio  y  vivir una vida más placentera con los suyos.
El jefe que estimaba mucho al viejo carpintero sintió pena la escuchar sus palabras pero sabía que era inevitable que marchara. Sólo le pidió un favor personal, que le construyera la última casa antes de dejarlo todo.
El viejo carpintero no dudó en aceptar la proposición y se puso manos a la obra; pero, a medida que avanzaba con su trabajo, se daba cuenta que eso que estaba haciendo no llenaba su corazón, sentía que no estaba poniendo el esfuerzo y dedicación que acostumbraba, y en cierto modo, se arrepintió de haber aceptado aquel último favor.
Para la construcción empleó materiales de calidad inferior, y tanto su trabajo, como el de sus ayudantes, era deficiente. En el momento en el que dio por finalizada su obra, el jefe se acercó a la obra para comprobar nuevamente el gran carpintero que era y para darle una sorpresa: las llaves de su nueva casa. Le extendió las llaves y le dijo: 
- “Esta es tu nueva casa. Es mi regalo para ti y tu familia por el magnífico trabajo que has realizado durante estos años”.
Entonces el carpintero se vino abajo, si hubiese sabido que la casa que estaba construyendo iba a ser su casa futura, le hubiese puesto todo su corazón. Ahora no había posibilidad de marcha atrás, tendría que vivir en la casa imperfecta!

La conclusión es que debemos pensar como si estuviésemos construyendo nuestra casa. Cada día clavamos un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo. Construir con sabiduría es la única regla que podemos reforzar en nuestra existencia. Inclusive si la vivimos sólo por un día, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad.

La vida es como un proyecto de hazlo -tú- mismo. Tu vida, ahora, es el resultado de tus actitudes y elecciones del pasado. ¡Tu vida de mañana será el resultado de tus actitufes y elecciones de hoy!

¿Qué os parece? ¿Os ha pasado? Hay que tener muy presente que tu vida, tu casa, es el resultado de tus actitudes y tus decisiones. Tú decides cómo lo vas a construir, pero sé consecuente con el resultado y hay que ser consciente de que no hay vuelta atrás al pasado, lo que sí que podemos hacer es aprender de esos errores y corregirlos en este presente para construir un mejor futuro.

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