"Ventana abierta"
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viernes, 18 de abril de 2025
jueves, 17 de abril de 2025
Kateri Tekakwitha en 2 Minutos - El Santo del Día - 17 de Abril o 14 de Julio en USA. P.José de Jesús Aguilar Valdés. ✝️ El Santo Del Día De Hoy 17 De Abril ✝️ Santa Catalina Tekakwitha ✝️ @difundiendolapalabra. ABRIL 17 / BEATA MARIA DE LA ENCARNACION / EL SANTO DEL DIA. SANTO DEL DIA 17 DE ABRIL - BEATA MARÍA DE LA ENCARNACIÓN MMC - Movimiento Matrimonial Católico. San Acacio – El Valiente Comandante que No Temió a la Muerte ⚔️ | Santo del día 17 de Abril La Voz De Los Santos. Jueves, 17 - Abril - 2025
"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES HACER UN RATO DE ORACIÓN CON JESÚS, BUSCA UN MONUMENTO Y ACOMPÁÑALE EN ESTE DÍA. Jueves, 17 - Abril - 2025
"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES
HACER UN RATO DE ORACIÓN CON JESÚS, BUSCA UN MONUMENTO Y ACOMPÁÑALE EN ESTE DÍA
Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
TRIDUO PASCUAL
Cuando llegué al convento, me explicaron que el
triduo Pascual empezaba el Jueves Santo con la Misa vespertina de la Cena del
Señor.
El Jueves Santo es la puerta al Triduo Pascual,
y como toda puerta tiene un acceso, tienes que cruzarla. Para ello hay muchas
maneras y distintas vertientes donde el Señor te puede hacer profundizar. Por
ejemplo, es el día del amor fraterno, el día de la institución de la
Eucaristía… pero para mí, es el día de la oración contemplativa.
En este día, después de la Eucaristía, se lleva
al Señor a un Monumento que ya se ha preparado de forma especial, y allí
permanecerá para que estemos con Él. Es un día donde puedes estar 24 horas con
el Señor, porque los oficios del Viernes Santo empiezan por la tarde.
El Señor se queda ahí, para ti, para mí. Para
que nos acerquemos y estemos con Él. Pero, ¿cómo orar tanto rato? Puedes
ayudarte de la Biblia o de un libro de espiritualidad. Puedes escribir una
carta a Jesús, o escribir lo que te preocupa en el corazón y después dejárselo
a sus pies. Puedes escuchar una canción y unirte a lo que dice. Y, por
supuesto, puedes mirarle y dejarte mirar por Él.
Aquí, delante de Jesús, pondremos un cesto
grande para que todo el que entre en la iglesia pueda escribir a Jesús. A ti,
si quieres, te dejo un correo electrónico y lo que quieras se lo presentaré al
Señor. Para que Él te conceda Su paz en tu corazón, fortaleza en tu día a día y
amor a los que te rodean.
Porque esta noche, en la que Jesús está dando
la vida, todo lo que le dejemos en Sus manos lo presentará al Padre para morir
por ello y resucitarlo.
Hoy el reto del amor es hacer un rato de oración con Jesús, busca un Monumento y acompáñale en este día.
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram.com/vive de cristo dominicas lerma/
http://dominicaslerma.es/
https://t.me/RetoVivedeCristo
¡Feliz día!
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial.
Sólo se permite un uso para actividades de evangelización
siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
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Palabra de Vida: «Los amó hasta el extremo». Jueves, 17 - Abril - 2025
"Ventana abierta"
Proverbios 4:20-22
Los cinco minutos del Espíritu Santo. Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 17 de abril. Jueves, 17 - Jueves, 17 - Abril - 2025
"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
"Hoy quiero contemplarte, Espíritu Santo, junto al Padre y al
Hijo, en esa Trinidad santísima.
Dame tu gracia para reconocer tu hermosura, ese misterio profundo de
Dios.
Porque tú vives junto al Padre y al Hijo en una infinita comunicación de
amor.
Así descubro que Dios es comunidad, y que cada uno de nosotros ha sido creado
según ese modelo divino.
Por eso, Señor, cuando te contemplo, reconozco que no puedo vivir solo, que en
lo más profundo de mí ser está el llamado a vivir con otros, en unidad y
amor.
Puedo ver una vez más que nadie vive con dignidad si escapa de los demás, o si
es excluido de la vida social.
Y así, Dios mío, contemplo tu misterio de amor y de unidad que puede sanar las
divisiones, los egoísmos y el individualismo.
Tómame como instrumento de tu amor infinito, Espíritu Santo, para que pueda
evangelizar sembrando comunión fraterna, justicia y solidaridad.
Amén".
Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 17 de abril
"Espíritu Santo, misterio de amor y unidad, gracias por habitar en la Trinidad junto al Padre y al Hijo. Gracias por mostrarnos que fuimos creados para vivir en comunión, no en soledad.
Te pido que sanes todo lo que en mí genera separación, egoísmo o indiferencia. Ayúdame a construir fraternidad, a buscar la justicia y a sembrar paz donde haya conflicto. Quiero ser instrumento de tu amor, Señor, y que mi vida refleje la belleza de tu comunidad divina.
Hazme servidor de la unidad, testigo de la solidaridad y sembrador de tu Evangelio.
Amén".
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretianaAmén
Ángelus: LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA. Jueves, 17 - Abril - 2025
"Ventana abierta"
El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es María, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos.
SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO
ÁNGELUS
LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA
En el trabajo y en el esfuerzo por conocer mis defectos, me va a ayudar mucho la humilde Virgen María, que no tuvo ningún defecto e imperfección, pero, como es Madre, entiende muy bien a sus hijos y se mueve a ayudarlos cuando los ve defectuosos, ayudarles a corregirse de sus defectos y alcanzar la perfección cristiana.
Esta es la explicación de porqué los grandes devotos de la Virgen María han sido los más grandes santos de la cristiandad.
MADRE DE LA HUMANIDAD, AYÚDAME A LLEGAR A LA SANTIDAD.
Ave María...
Gloria...
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.
"María, el Jueves Santo"
La misma noche en que fue entregado el Señor, tomó pan y, después de dar gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía». Después de cenar, hizo lo mismo con la copa, diciendo: «Esta copa es el nuevo pacto de mi sangre. Haced esto en memoria mía». (1 Corintios 11:23-25)
Las Escrituras no lo dicen, pero no hay duda de que la Madre de Dios estaba presente. Seguramente había llegado a Jerusalén, como siempre, para la fiesta de Pascua y celebró la cena pascual con todo el grupo que seguía a Jesús.
Ella, que conservaba en su corazón todas las palabras de Jesús, ¡cómo debió acoger en sí misma sus palabras de despedida: «He deseado ardientemente celebrar con vosotros esta cena pascual»! (Lucas 22:15)
¿No estaba pensando en ese momento en las bodas de Caná*? Ahora había llegado su hora. Ahora Él podía dar lo que antes sólo podía sugerir en símbolo.
Para el lavatorio de los pies, Él estaba entre ellos como el que sirve (Jn 13). Así lo había visto Ella toda su vida. Así había vivido Ella misma y así volvería a vivir. Ella comprendió el significado místico del lavatorio de los pies (cf. Jn 13,2-11): quien se acerca a la santa cena debe estar completamente puro. Pero sólo Su gracia puede dar esta pureza.
¡Tu comunión, Madre mía! ¿No fue como un retorno a esa unidad esquiva, cuando lo alimentaste con tu carne y tu sangre? Pero ahora es Él quien te alimenta. ¿No ves en esta hora todo el Cuerpo Místico que está delante de ti, quien debe crecer a través de esta santa comida?
¿No le recibes ahora como Madre, como mañana al pie de la Cruz te será dado? ¿No ves también todas las ofensas que se harán al Señor en estas especies, y ofreces reparación por ello?
Oh Madre, enséñanos a recibir el Cuerpo del Señor como Tú lo recibiste.
Santa Edith Stein (1891-1942"
==CON MARÍA... EL JUEVES SANTO==
“María y la Última Cena”
En esta noche santa, noche de adoración
silenciosa del misterio, queremos frente al Dios hecho Pan, orar una hora con
María. Que ella, Madre de Dios y Madre nuestra, Madre del pueblo, guíe nuestra
oración, disponga nuestro corazón y nos introduzca en la contemplación del amor
eterno simbolizado en la entrega de Jesús.
I. “¿DÓNDE ESTABAS, MARÍA?”
cuando Jesús quería, con sus amigos,
por vez postrera, comer la Cena, Cena de Pascua?
Cierto es que estabas, romera y peregrina, cerca del Templo,
¿como buena judía?, ¿o como la madre buena, que intuyendo el peligro,
buscabas afanosa, como hacía muchos años, al pequeño perdido?
Dinos, María, ¿verdad que tú sabías que lo buscaban?
¿verdad que Él no sabía que lo buscabas?
¿Quién te lo reveló?
¿Acaso un ángel?
¿Volvió el Ángel Gabriel para decirte:
“corre, María, que el Hijo está en peligro”?
¿o fue sólo tu intuición de madre?
Pero en Jerusalén andabas, ¿verdad, María?
Perdona, te pregunto: aquella tarde,
¿dónde estabas, María, aquella tarde?
Porque de algo, seguro, sí que estamos:
si Él lo hubiera sabido, si lo hubieras hallado,
con Él hubieras compartido la Cena,
o acaso, ¿te lo hubieras llevado?
¿Dónde estabas, María, aquella tarde?
yo lo sabía, porque una espada,
comenzaba con fuerza a traspasarme el alma.
Yo lo sabía. Las madres no necesitan que les digan
si el alma del hijo está agitada,
o su vida en peligro.
Y sabía dónde estaba,
sabía dónde estaba, pero yo no quería
que ninguno me viera.
Bastante ya tenía mi Jesús con la pena
de estar con los amigos en la Última Cena,
bastante ya tenía con la traición de Judas;
yo le había dicho que dudara de ese hombre
que la última vez que pasó por mi casa
no me miró a los ojos, ni pronunció mi nombre.
Bastante ya tenía con la cruz que llegaba,
la cruz que había soñado de pequeño
y cuando la pensaba,
turbado buscaba refugio acá en mi seno.
Yo estaba, sí, pero sólo quería,
sin que me viera, sin pronunciar palabra,
estar junto a la cruz cuando la lanza le rompiera el costado
y a mí la espada entera me traspasara el alma.
II. “¿TÚ, QUÉ SABÍAS, MAESTRO?”
¿sabías que María te buscaba?
¿sabías que tu madre se escondía,
para que no la vieras conmovida y llorosa,
pues sólo pretendía acompañarte,
de lejos y en silencio,
agravando su pena, sin aumentar la tuya?
Cuéntanos qué sabías:
¿sabías de su angustia,
o acaso la tuya era tan grande
que no te daba campo
para pensar en ella?
Si te hubiera encontrado, o si la hubieras visto,
¿qué sentimiento te habría sobrecogido?
¿el temor de que a ella también le hicieran algo?
¿aumentado tu miedo?
¿aliviada tu angustia?
¿vergüenza al sentirte descubierto,
por ella, tan decidida y fuerte como siempre,
y tú tan decidido pero también tan frágil?
Y una pregunta más:
Maestro, ¿la hubieras invitado?, ¿era cosa de hombres?
La que estuvo contigo en tantas Pascuas,
¿no podía acompañarte en la Última Cena?
Yo todo lo sabía... casi todo.
Que la terrible hora había llegado,
sabía de la traición,
el beso de Judas me quemaba,
por el Gólgota había paseado,
había contemplado el lugar del patíbulo,
y había repasado muchas veces
ese discurso largo para la despedida.
Y entre los tantos gestos para mostrarse humildes,
pensé en las ocasiones que mi madre
lavándome los pies me los besaba.
Sabía exactamente lo que es sentir el miedo
y el sentirse cansado.
Sabía que en unas horas todo habría terminado,
sabía que mi Padre no cambiaría el designio,
y estaba, sí, agitado y enormemente triste!
Yo todo lo sabía... casi todo.
Sabía de soledad, de desaliento,
y en la agonía de este último envión
me sostenía la confianza en mi Padre
y el recuerdo de mi madre María.
Que ella me pensaba, lo sabía!
Que me extrañaba, lo sabía!
Que me esperaba... ¿cuándo no me esperaba? lo sabía!
y si quieren saberlo, no la hubiera invitado,
¿quién invita a la muerte?
Pero que me buscaba entonces... no lo sabía!
Que no quería mostrarse... no lo sabía!
Que no quería que yo la viera... no lo sabía!
Pero por otra parte, yo la sentía conmigo,
la sentía presente, preparando la mesa y esperando
a que entregara el cuerpo como ella lo había hecho,
como me había enseñado,
cuando dijo que sí y fue toda de Dios y toda nuestra,
cuando me dio su cuerpo para que yo pudiera
ser el “Dios con nosotros”:
Mi madre sí que estaba en la Cena!
III. “Y USTEDES, DISCÍPULOS, ¿QUÉ HACÍAN?
¿qué hacían aquella tarde?
¿Intuían, más allá de la fiesta, la tragedia cercana?
¿La cara del Maestro era la misma? ¿De veras la miraban?
Era la vez primera que celebraban juntos a la sombra del Templo,
en la Jerusalén de las promesas, la capital sagrada,
¿por sus mentes pasaba que esa Cena, era la Ultima Cena?
¿O era mejor libar y el no ser inculpados de traidores?
¿Verdad que no entendían las palabras ni el signo?
¿Verdad que nunca dieron importancia al discurso
de cruces y de muertes y de resurrecciones?
¿Verdad que en el camino de Jesús a la muerte,
ustedes discutían quién sería el primero?
¿Verdad que en esa Cena comieron y bebieron,
pero sin entender y embotados de vino,
en vez de orar con Jesús en la hora del huerto,
bien pronto se durmieron?
¿Verdad que se escondieron?
¿Verdad que las promesas de seguirlo,
fueron sólo palabras que las borró su miedo?
¿Pensaron en María?
Si la encontraron, ¿qué le dijeron?
Todo fue cierto, sí, y arrepentidos luego lloramos.
El discurso era duro, muchos se retiraban;
y nosotros, discípulos, teníamos miedo,
miedo de preguntar; sólo sabíamos que Él era bueno,
y era tan bueno con el Maestro estar...
nos sentíamos grandes, con Él no éramos pobres,
muchos nos envidiaban
y a nosotros el sentirnos famosos nos gustaba.
Nunca entendimos claro lo del viaje a la muerte:
acostumbrados a sus historias y a sus parábolas,
pensamos ingenuamente que esas palabras
no eran más que otro ejemplo.
Pero el pan de esa Cena...y ese vino, quemaban.
Fuimos cobardes. Desde la multitud callábamos.
De todos sólo uno arriesgó con María.
La vimos desde lejos y corrimos en dirección contraria...
Se quedó sólo uno...
Huimos en la prueba. Avergonzados,
perdida la esperanza, nos sentimos perdidos.
Pero venció a la muerte y fueron las mujeres
las primeras que vieron el sepulcro vacío.
Allí estaría María.
Nosotros, poco a poco, nos fuimos transformando.
Él no tuvo reproches.
Con ella, con María, recibimos la fuerza
de su Espíritu Santo y, convertidos,
nos hicimos testigos.
Esto es lo que hacemos y eso fue lo que hicimos.
IV. ¿Y DE NOSOTROS, QUÉ?
Ya sabemos la historia de la Última Cena:
dónde estaba María, lo que sabía el Maestro,
lo que hacían los discípulos.
¿Y de nosotros, qué?
Hoy también el Maestro está presente,
porque su sacrificio fue único y por siempre.
Hoy se ha actualizado ese momento
en nuestras coordenadas tan diversas,
en nuestra historia y en nuestro templo.
¿Sabemos lo que hacemos?
Si entendemos , como María “la ausente”,
la gravedad del momento,
presurosos, acabada la Cena,
¿vamos para Getsemaní y para el Calvario?
O terminada, ¿saldremos inconscientes
a dormir y a escondernos?
Se trata de arriesgar, porque el Maestro
agoniza en la cruz vilipendiado,
y la dignidad que le queda es la presencia
de su madre María, otras mujeres,
y del discípulo “al que más quería”.
Actualizar la Cena es compromiso
con los nuevos crucificados de la historia,
presencia firme ante las nuevas cruces,
con generosidad rayana en el martirio.
Actualizar la Cena es estar con María
en actitud valiente y silenciosa,
ante el dolor, misterio de pobreza,
fuente de salvación y nueva vida.
Allí estabas, María, no habría Cena sin ti, Él te sentía.
Tu presencia, más real que la todos los discípulos,
fue la fuerza ejemplar que sostenía al próximo a morir.
Tu bebiste del cáliz, con Él, gota por gota.
Tú que le diste cuerpo de tu vientre,
en tu regazo volviste a recibirlo,
hoy hecho muerte... y tres días después, RESURRECCIONES!
(Dos o tres minutos de silencio con música clásica de fondo. Después, de pie, se entona el Magnificat)
Evangelio: Evangelio: San Juan 13,1-15. - «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?» Fidem Dei. Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo... Jueves, 17 - Abril - 2025
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Santo Rosario de hoy Jueves 17 de Abril🌹Misterios Luminosos🌹Rosario a la Virgen de Fátima A Jesús por María. Jueves, 17 - Abril - 2025
"Ventana abierta"
El SANTO ROSARIO de Hoy ❤
Estas Oraciones Poderosas nos ayudarán a acercarnos más a Jesús viene a ti hoy, no lo desperdicies.
Pedimos la intercesión de la Virgen María por todas nuestras necesidades, por la salud de todos los enfermos y por un empleo digno para quienes lo han perdido.
Nos unimos a las intenciones de Papa Francisco pidiendo por el final de la guerra de Ucrania, por la paz en Rusia y en todo el mundo.
Igualmente en Libia al paso del ciclón Daniel donde han fallecido muchísimos hermanos e infinidad de desaparecidos y heridos en la inundación.
Por la Paz del mundo
Al paso del Santísimo, toda rodilla se dobla
Oración del Papa Francisco por la Paz
Libertad
Cuando cantas yo canto con tu libertad
Cuando lloras también lloro tu pena
Cuando tiemblas yo rezo por tu libertad
En la dicha o el llanto yo te amo
Recordar días sin luz de tu miseria
Mi canción olvidó por un tiempo quién eras.
Cuando cantas yo canto con tu libertad
Cuando tú estás ausente yo espero
Es tu religión o quizás realidad
Una idea que a todos nos cambia
Creo yo que eres tú la única verdad
La nobleza de nuestra humanidad
Por tenerte se debe luchar
Esperarte sin desfallecer.
En la dicha o el llanto yo te amo
La canción de esperanza
Es tu nombre y tu voz
Y la historia nos lleva
Hacia tu eternidad
Libertad libertad.
Mocedades Original
Basta ya de miedo, basta ya
Basta de silencio, ¿Dónde están?
La palabra, el amor sincero
Algo está muriendo, óyeme
Algo está pasando, escúchame
El corazón, despierta ya
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
Abrázame para que todos sepan, sin decirles nada
Que queda mucho amor
Que queda mucha fe
Que el mundo no se acaba
(Na-na-la-na-na-na-na-na)
(Na-ra-na-na-na-na-na)
(Na-la-la-la-la-la)
(La-ra-na)
Nunca más mentiras, nunca más
Solo hay una vida, cuídala
La esperanza, la naturaleza
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
(Para darle vida)
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
(No quiero decir adiós)
Abrázame para que todos sepan sin decirles nada
Que queda mucho amor
Que queda mucha fe
Que el mundo no se acaba
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
Abrázame para que todos sepan sin decirles nada.
Que queda mucha fe
Que el mundo no se acaba
Que no se acabe el mundo...