"Ventana abierta"
Qué bonito sería que fuéramos unos para otros buenos pedagogos.
La ayuda valiosa y eficaz es enseñar al otro para que no necesite de ayuda. Aquel que sufre, solamente se le puede ayudar haciéndole ver la causa de su sufrimiento, lo mismo se diga de toda otra dimensión humana, quien ha superado las necesidades innecesarias que se ha creado para ayudar a otros a calmar las inquietudes provocadas por sus excesivos deseos.
La ayuda material o física es relativamente fácil, pero la moral y espiritual, la que debe llevar dentro, es más difícil, nos exige una preparación para darla.
Nadie puede comunicar la fuerza del espíritu, de la armonía y sensibilidad, si él mismo no está convencido.
Para ayudar a los demás a caminar, tenemos que saber nosotros en primer lugar el camino. Para ayudar a levantarse a quien ha caído, tenemos que estar nosotros de pie.
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