"Ventana abierta"
PARA
ESTA SEMANA JULIO 5 DE 2020
Misioneros Oblatos o.cc.ss
Vayamos al corazón de Jesús a descansar, a tomar fuerzas, a
llenarnos de amor eterno.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana,
del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo
con los mejores deseos de paz y bien en esta nueva semana. Dios nos colme de
bendiciones y que cada que nos sintamos cansados y agobiados busquemos solo en
Jesús el alivio y el descanso. Que Jesús sea el lugar en el que nos llenemos de
fuerza y que sea su ejemplo el que inspire nuestra manera de ser, de
relacionarnos con los demás.
Jesús se nos presenta como Aquel
que está dispuesto a acogernos a todos porque somo suyos.
El Padre Dios nos ha hecho para Él; Jesús sabe que Él es la
salvación y que solamente en Él y por Él llegaremos al Padre, a la eternidad, a
la vida en la resurrección. Jesús hace lo que hace porque conoce el amor que el
Padre nos tiene, porque nos ama y porque quiere que todos, en comunión con la
Trinidad, hagamos del Reino de Dios una realidad que poco a poco vaya
transformando a la humanidad, al mundo entero.
Para Jesús es fundamental que nosotros cambiemos la
mentalidad y nos abramos cada día a la novedad de Dios y es que nadie conoce al
Padre sino Jesús y aquellos a quienes Jesús lo quiera revelar; el misterio ha
sido revelado, pero la vivencia del misterio, la comunión con el misterio, la
permanencia en Dios requiere de la fe y de la humildad. Ante Dios la
prepotencia, el orgullo, la soberbia, se convierten en cosas que nos alejan de
la experiencia espiritual, del encuentro con Dios.
Del Padre solo sabe el Hijo y por
eso hay que escucharlo porque solo a través de su enseñanza podremos cumplir la
voluntad de Dios.
Vayamos al encuentro de Jesús con humildad, cada vez que lo
escuchamos podemos aprender algo nuevo y el misterio del cielo, del amor del
Padre, de la eternidad, se nos revelará con mayor claridad. Ser pequeños,
esperar de Dios, abrirse con humildad a Él, hace que Jesús nos consuele y
cargue en nuestros cansancios. El corazón de Jesús está lleno del amor del
Padre y con ese amor es que nos está amando e invitando a su descanso.
Jesús invita a los cansados por las normas religiosas, por el
trabajo, por el sufrimiento del hogar, por las responsabilidades de la vida, a
que nos entremos a su corazón porque ahí está el amor que nos restaura y la
fuerza que nos impulsa a salir. Jesucristo nos restaura, nos enseña y nos
invita a ser como Él. Jesús y el Padre Dios nos aman y están llamándonos al
amor. Aprendamos de forma de amar, de acoger y de servir. Hagámonos lugar de
amor y por tanto de descanso para los demás. Que nosotros seamos fuerza, paz y
acogida para las personas, de manera especial para los que nos rodean. Jesús
sea nuestro centro y descanso. Jesús sea la fuente y sea el lugar en el que
todos nos hacemos uno.
Con mi bendición:
P.
Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Fuente: http://ow.ly/pLR250ApSAY
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