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viernes, 15 de mayo de 2020

Reconocimiento a la Enciclopedia Álvarez. Viernes, 15 - Mayo - 2020

"Ventana abierta"


Reconocimiento a la Enciclopedia Álvarez

 



Cada 23 de de abril, Día Internacional del Libro y aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, se suelen multiplicar los homenajes y poner en un pedestal, como se merecen, a Cervantes con su obra el Quijote, pero también a tantos escritores y poetas que nos deleitaron y lo continúan haciendo a través del tiempo con sus maravillosas obras literarias.

Yo personalmente tengo el orgullo de haberme educado con la Enciclopedia Álvarez 1º, 2º, y 3º, grado -ya ha llovido desde entonces- en aquel tiempo de mi infancia toda una generación de españoles nos beneficiamos de sus letras, de sus valores que nos inculcaron y que nuestros mayores continuaron depositando en nosotros, y del conocimiento que nos ilustraba con sus dibujos, lecciones de instrucción para desarrollar la inteligencia y podernos desenvolver en la vida por nosotros mismos…

La Gramática o Lengua Española era la asignatura que más me gustaba, y aún hoy también.
Había algunos poemas que más me llamaban la atención, entre otros:
“RESIGNACIÓN” de  José Mª. Pemán. Perteneciente a la Real Academia Española.
“EL AMA” de José Mª Gabriel y Galán.
“EL CONSEJO MATERNAL” de Olegario Víctor Andrade.
“MAYO” y “LA VIRGEN Y EL NIÑO” de Fray Félix Lope de Vega Carpio.
“ERA UN JARDÍN SONRIENTE”  de los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, entre otros…

Les reproduzco a ustedes una de ellas.
De los Hnos. Álvarez Quintero


ERA UN JARDÍN SONRIENTE

Era un jardín sonriente;
era una tranquila fuente
de cristal;
era, a su borde asomada,
una rosa inmaculada
de un rosal
Era un viejo jardinero
que cuidaba con esmero
del vergel,
y era la rosa un tesoro
de más quilates que el oro
para él.
A la orilla de la fuente
un caballero pasó,
y la rosa dulcemente
de su tallo separó.
Y al notar el jardinero
que faltaba en el rosal,
cantaba así, plañidero,
receloso de su mal:
-Rosa la más delicada
que por mi amor cultivaba
nunca fue;
rosa la más encendida
la más fragante y pulida
que cuidé;
blanca estrella que del cielo,
curiosa de ver el suelo,
resbaló;
a la que una mariposa
de mancharla temerosa
no llegó
¿Quién te quiere? ¿Quién te llama
por tu bien o por tu mal?
¿Quién te llevó de la rama,
que no estás en tu rosal?
¿Tú no sabes que es grosero
el mundo? ¿Qué es traicionero
el amor?
¿Qué no se aprecia en la vida
la pura miel escondida
en la flor?
¿Bajo qué cielo caíste?
¿a quién tu tesoro diste
virginal?
¿En qué manos te deshojas?
¿Qué aliento quema tus hojas
infernal?
¿Quién te cuida con esmero
como el viejo jardinero
te cuidó?
¿Quién por ti sola suspira?
¿Quién te quiere? ¿Quién te mira
como yo?
¿Quién te miente que te ama
con fe y con ternura igual?
¿Quién te llevó de la rama,
que no estás en tu rosal?
¿Por qué te fuiste tan pura
de otra vida a la ventura
o al dolor?
¿Qué faltaba a tu recreo?
¿Qué a tu inocente deseo,
soñador?
En la fuente limpia y clara,
espejo que te copiara
¿no te di?
Los pájaros escondidos,
¿no cantaban en sus nidos
para ti?
Cuando era el aire de fuego,
¿no refresqué con mi riego
tu calor?
¿No te dio mi trato amigo
en las heladas abrigo
protector?
Quién para sí te reclama,
¿te hará bien o te hará mal?
¿Quién te llevó de la rama,
que no estás en tu rosal?
Así un día y otro día
entre espinas y entre flores,
el jardinero plañía,
imaginando dolores,
desde aquel en que a la fuente
un caballero llegó
y la rosa dulcemente
de su tallo separó...

(Amores y amoríos)

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