"Ventana abierta"
Archidiócesis de Sevilla
VIERNES DE LA QUINTA SEMANA DE
PASCUA
Celebra hoy la
Iglesia la memoria de san Isidro Labrador, mozárabe madrileño, laico, padre de
familia, jornalero agrícola en la casa de Iván de Vargas, casado con santa
María de la Cabeza, declarado patrono de los agricultores españoles por Juan
XXIII en 1960. Esta celebración me mueve a recordar hoy a los agricultores. En
estos días de confinamiento en nuestras casas, homenajeamos al personal
sanitario y a los servidores públicos y a cuantos están sirviendo a los
enfermos y al bien común con riesgo de sus vidas.
Mi condición de hijo de un pequeño agricultor, que
conoció las penalidades de la agricultura de tiempos en los que no había
alumbrado todavía la mecanización del campo, las duras jornadas de sol a sol y
las estrecheces económicas, me obliga a recordar en esta fiesta a los
agricultores grandes y pequeños, que también hoy, con ganancias y márgenes
escasos, que sólo les permiten subsistir, y condicionados por los accidentes
atmosféricos que tantas veces malogran sus esfuerzos, nos brindan hoy el fruto
de su trabajo procurando que no nos falten los productos de primera necesidad.
San Isidro Labrador destacó en la segunda mitad del
siglo XI por su amor al Señor y su amor a la oración. Algunos de sus biógrafos
dan cuenta de que, en pleno trabajo, se hincaba de rodillas para orar mientras
un ángel le suplía cogiendo la esteva del arado tirado por una yunta de bueyes.
Isidro, ejemplo de seglar cristiano, junto con su esposa María de la Cabeza, no
se contentó con mediocridades. Buscó la santidad y se santificó en trabajo duro
del campo. Hoy le encomendamos a nuestros agricultores y le pedimos que los
proteja y los cuide para que vivan gozosamente su profesión y su vocación
cristiana.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
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