"Ventana abierta"
José un
hombre sin importancia
Del que lo
único que sabemos es que estuvo treinta años con Él. Pero siempre detrás; sin
habernos dejado ni un discurso, ni una epístola, ni un himno, ni una frase
José, el no-protagonista más grande de la Historia. El que empieza por no ser
verdadero padre de Cristo, y de ahí le viene el no ser y el saber no ser tantas
cosas interesantes, halagadoras, satisfacientes.
Ni
corredentor, ni apóstol, ni mártir, ni profeta, ni obispo, ni diácono, ni
seglar carismático. Ese número "dos", de colosales dimensiones, que
nos deja en ridículo a tantos pretenciosos y ridículos números "uno".
Vamos a su
taller a preguntarle a José por qué está ahí. Tú no dictaminas ni peroras ni te
sientes problematizado ni contestas ni profetizas. Solamente "guardas las
cosas en tu corazón" y continúas trabajando, sirviendo, amando y callando.
Enséñanos,
José, cómo se es no-protagonista; cómo se trabaja sin exhibirse; cómo se avanza
sin pisotear a nadie; cómo se colabora sin mangonear; cómo se da sin
propagandear; cómo se ama sin reclamar.
Dinos cómo
se vive siendo número "dos", cómo se hacen cosas fenomenales desde un
segundo puesto.
Dinos cómo
es imposible y ridículo y absurdo que todos nosotros estemos en el primer
puesto, seamos número "uno".
Dinos cómo
la inmensa mayoría de nosotros tenemos que ocupar esos segundos lugares en los
que está nuestra verdadera y oculta grandeza.
Dinos cómo
se vive con elegancia y grandeza siendo no-importante. Convéncenos de que se
puede y se debe ser útil, efectivo...hasta héroe, siendo no-importante.
Explícanos
cómo se es grande sin exhibirse, cómo se lucha sin aplauso, cómo se avanza sin
publicidad, cómo se persevera y se muere uno, sin esperanza de que le hagan un homenaje.
José, que no
perteneciste a ninguna comisión directiva ni a ningún comité organizador,
¿querrías explicarnos cómo desarrollaste al máximo las posibilidades de tu
personalidad, cómo te realizaste en tu casa y en tu taller, sin angustias
vitales, sin vacíos de tu yo?
Queremos
saber tu secreto, José. Nosotros, los protagonistas; porque todos nosotros
hemos nacido con vocación de primeras figuras, de jefes, de profetas, de
iniciadores de nuevas eras. Nuestro conflicto, José, es que todos estamos para
tomar las riendas y nadie para tirar del carro; que todos nos sentimos llamados
a organizar y a dirigir, pero ninguno a servir y a colaborar.
Tú, que no
colgaste las herramientas y no saliste a la plaza diciendo que sabías en dónde
estaba la salvación del mundo.
Tú, que
sabiendo lo que sabías, no te pusiste al frente de un comité mesiánico de
nazarenos, ni después al frente de un comité mesiánico de israelitas, dinos
cómo se hace para ser útil, positivo, generoso, sin necesidad de ser
importante, de ser protagonista.
Y todavía
más difícil; cómo se hace para darlo todo sin ser protagonista y, a pesar de
ello, sentir dentro una paz y una felicidad profundas.
Pero José,
en lugar de darnos una conferencia, sonríe, calla y sigue trabajando. Nosotros,
los importantes, los especialistas, los enterados, los abajo
firmantes...seguimos esperando una respuesta de ese hombre sin importancia del
que apenas sabemos que fue
"UN
HOMBRE BUENO".
No hay comentarios:
Publicar un comentario