"Ventana abierta
Reto de amor: ¡no te lo vas a creer!
Hola, buenos días, hoy
Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¡NO TE LO VAS A CREER!
¡No tengo palabras! ¡No
sé cómo explicarte! Y, claro, después de la inocentada… cualquiera me cree…
Mira, la noche de Reyes
nunca ha dejado de ilusionarme y ponerme un “pelín” nerviosa. Pero, lo de ayer
por la noche… ¡fue inolvidable!
Los Reyes nos habían
pedido que les hiciésemos un Informe de Conducta de los Niños de Lerma: vamos,
decirles si habían sido buenos o no, y, como desde el Monasterio se ve todo,
con gusto lo preparamos, escribiéndolo en un pergamino. Se lo teníamos que
entregar a alguien que viniese en su nombre o, tal vez, a ellos desde nuestra
ventana mientras pasaban en sus carrozas.
Adelantamos las Vísperas
para poder llegar a tiempo, y… oh oh… la lluvia no paraba, tenía pinta de que
se iba a suspender el recorrido de Sus Majestades.
Terminamos Vísperas y, a
pesar de la lluvia, todas corrimos y nos repartimos por las ventanas que dan a
la calle esperando ver pasar a los Reyes: unas, al locutorio; otras, desde la
sacristía…
De repente, se corrió la
voz:
-¡Noooo, por ahí noooo,
en la iglesia! ¡Que están en la iglesia!
Corriendo fuimos a la
iglesia… ¡y no daba crédito! ¡Eran los Reyes, con los pajes! Se acercaron a
nosotras con las manos repletas de caramelos. Se habían desviado para
visitarnos, nos dedicaron un rato inolvidable. ¡No imaginas qué emoción,
estábamos desbordadas!
Luego me reía porque…
¡parece que no nos habíamos enterado de nada! Todas en las ventanas, en un
lado, en otro, ¡mirando a la calle!, para encontrarles… y ellos… ¡esperaban en
la iglesia! ¿Dónde iban a estar si no? El Niño fue el que movió sus corazones,
por Él se pusieron en camino y no descansaron hasta ver al pequeño en el portal
y ellos, ¡reyes, sabios!, cayeron a Sus pies llenos de plenitud.
Ahora son ellos los que
nos dicen cada año que merece la pena seguir la Estrella, tener ilusión,
esperanza. Los regalos que hemos recibido esta mañana son un reflejo de todo
ello, ¡y tienes que disfrutarlos! Pero, si realmente quieres encontrarte con lo
que los Reyes encontraron, sentir la plenitud que sintieron… no te quedes en
los regalos ni en las ventanas, como nosotras. Deja que ellos te lleven al
Niño.
Ayer, ellos nos
mostraron que no eran los protagonistas, que todo en ellos tiene sentido por el
Niño. El mayor regalo que puedes recibir es tener un encuentro personal con
Jesús. Deja que te muestren qué se encontraron en el portal, qué supuso para
ellos para que su vida cambiase. Pídeles que te regalen tener un encuentro
personal con Cristo, el mayor regalo para todos tus sinsentidos, para todo eso
que no entiendes. Busca a los Reyes en el portal. Que Jesús sea el protagonista
en tu vida.
Hoy el reto del amor es
que vayas con los Reyes junto al portal. Ve al belén y muévelos como hacías
antes y, con ellos, acércate tú también y pídele al Niño tener un encuentro con
Él, que tu fe pase de la cabeza al corazón. ¡Feliz día de Reyes!
¡VIVE DE CRISTO!
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
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