Desde
hace 110 años, del 18 al 25 de enero se celebra la Semana de oración por la unidad
de los cristianos, una iniciativa ecuménica
instituida en 1908 por el Rev. Paul Wattson en Graymoor (Nueva York), entre la
fiesta de San Pedro y la de la conversión de San Pablo. En
el hemisferio sur, en cambio, se celebra en los días de Pentecostés.
La iniciativa tuvo una
primicia aproximadamente en 1740, en Escocia: un
predicador evangélico-pentecostal invitó a un día de oración por la unidad. La
misma invitación fue dirigida desde la primera asamblea de obispos anglicanos
en Lambeth (1867) y por el Patriarca ecuménico de Constantinopla, Joaquín III
(1902). En 1894 también el Papa León XIII promovió un "Octavario de oración por
la unidad". La Iglesia Católica, con el Concilio Vaticano II, subrayó que la
oración es el alma del Movimiento ecuménico.
En 1966 el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de
los Cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Ecuménico de las
Iglesias establecieron que prepararían conjuntamente los textos oficiales para
la Semana de oración, un trabajo que, desde hace treinta años, se confía todas
las veces a un grupo ecuménico local distinto. Para el 2018 fueron elegidas las
Iglesias del Caribe, y un grupo ecuménico compuesto por católicos, bautistas,
anglicanos, metodistas, presbiterianos y de Iglesias unidas, para editar el
subsidio.
El Movimiento de los
Focolares está comprometido en promover la Semana,
según la oración de Jesús “Que todos sean una sola cosa” (Jn. 17, 21).
No hay comentarios:
Publicar un comentario