"Ventana abierta"
Carta del obispo de Sigüenza-Guadalajara para el Día del Seminario 2014.
Atilano Rodríguez Martínez
es el obispo de Sigüenza-Guadalajara.
Esta es su carta semanal para el domingo
16 de marzo de 2014:
Los encuentros de Jesucristo resucitado con los
apóstoles y discípulos transformaron radicalmente su forma de pensar y de
vivir. La tristeza y desesperanza, que anidaban en sus corazones como
consecuencia de la muerte del Maestro, se transformaron muy pronto en profunda
alegría, una alegría que nada ni nadie podrá quitarles.
Desde aquel momento histórico, los apóstoles y
millones de cristianos, acogiendo el encargo de Jesús, viven la urgencia de
anunciar a otros la increíble noticia del amor y de la salvación de Dios,
porque han experimentado en sus personas que solamente quienes se dejan
encontrar por el Señor son liberados del pecado, de la tristeza, de la falta de
sentido y del vacío interior.
En virtud del sacramento del bautismo, todos
los cristianos hemos recibido también el encargo de contagiar y transmitir a
nuestros semejantes la verdadera alegría del Evangelio. De un modo especial,
los sacerdotes tenemos la gozosa misión de comunicar e irradiar esta alegría a
los hermanos, puesto que hemos sido constituidos en ministros del Evangelio por
el sacramento del orden.
Cada día tenemos que dar incesantes gracias a
Dios por el don del sacerdocio a la Iglesia y por la entrega generosa de
nuestros sacerdotes. Ellos, sin escatimar esfuerzos y sacrificios, se acercan a
nuestros pueblos, visitan a los enfermos, ofrecen consuelo a quienes están
tristes, celebran los sacramentos de la salvación y anuncian la alegre noticia
del amor de Dios a todos los hombres.
En la actualidad, debido a la avanzada edad de
algunos y al descenso de vocaciones al sacerdocio, no resulta fácil ofrecer a
todos los fieles de la diócesis la misma atención pastoral que en otros tiempos.
Pero, esto no puede desanimarnos. Al contrario, debe despertar en todos los
bautizados la conciencia misionera, impulsándoles a asumir nuevas
responsabilidades en la acción evangelizadora de la Iglesia.
La Iglesia y el mundo necesitan de la colaboración
decidida de los creyentes para construir la fraternidad entre todos los
hombres, para defender los derechos de cada ser humano y para anunciar la
alegría del Evangelio. Pero, de un modo especial, es preciso que surjan muchos
jóvenes, dispuestos a renunciar a los criterios del mundo para anunciar a los
demás la alegría del amor y de la salvación de Dios.
Para ello, como nos recordaba el Papa Francisco
a los Obispos españoles, en la reciente visita ad limina, hemos de poner la
pastoral vocacional como un aspecto absolutamente prioritario de la
evangelización, acompañando espiritualmente a los niños y jóvenes que muestren
alguna inquietud vocacional y secundando con decisión las propuestas de las
delegaciones diocesanas de pastoral vocacional y juvenil.
Ante la próxima celebración del día del
Seminario, oremos especialmente por las vocaciones y pidamos a Dios, por
intercesión de San José, patrono del Seminario y modelo de todo cristiano por
su obediencia y fidelidad a Dios, que conceda a los sacerdotes y a quienes se
preparan para serlo la verdadera alegría, absolutamente necesaria para que el
mundo crea en Jesucristo como el enviado del Padre.
Con mi bendición, feliz día del Señor.
Atilano Rodríguez, obispo de
Sigüenza-Guadalajara
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