"Ventana abierta"
La Palabra de Dios es siempre exigente
7 -junio- 1996
Horacio S.I.
7 -junio- 1996
Horacio S.I.
La palabra de Dios es siempre exigente, nos pide una respuesta. María supo dar esa respuesta.
María dice su palabra también, expone lo que piensa, interroga, manifiesta su asombro, comenta y busca en el fondo, claridad.
Dios es Palabra, una Palabra que llama y que interpela -pide explicaciones- interpela en los movimientos de la historia y en el sentido que la orienta.
Ser cristiano ayer, hoy y siempre, es escuchar a Dios, escuchar esa Palabra, no limitarlo a un texto, a una liturgia o a una persona; porque Dios es Palabra que en Cristo se ha hecho carne.
Jesús es la palabra de Dios que grita por el mundo, que denuncia toda injusticia, que nos está pidiendo una respuesta comprometida.
Ser cristiano es saber escuchar la palabra humana, es acogerla, respetarla y valorarla, porque cada hombre, cada ser de este mundo, es una hermosa Palabra, que el mismo Dios ha pronunciado.
Dios es Palabra, una Palabra que llama y que interpela -pide explicaciones- interpela en los movimientos de la historia y en el sentido que la orienta.
Ser cristiano ayer, hoy y siempre, es escuchar a Dios, escuchar esa Palabra, no limitarlo a un texto, a una liturgia o a una persona; porque Dios es Palabra que en Cristo se ha hecho carne.
Jesús es la palabra de Dios que grita por el mundo, que denuncia toda injusticia, que nos está pidiendo una respuesta comprometida.
Ser cristiano es saber escuchar la palabra humana, es acogerla, respetarla y valorarla, porque cada hombre, cada ser de este mundo, es una hermosa Palabra, que el mismo Dios ha pronunciado.
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