Padre Nuestro que estás en el cielo y también con nosotros, comenzamos en tu presencia nuestro trabajo, con espíritu fraternal porque Tú eres nuestro Padre.
Santificado sea tu nombre: que te alaben nuestros alumnos y te bendigan al ver nuestras obras. Que tu nombre de Padre se haga visible en la convivencia familiar de nuestra Comunidad Educativa.
Venga tu
Reino, el que
Jesús anunció y comenzó, el Reino cuya maduración nos confiaste a cada uno de
nosotros. Que nuestras aulas sean la antesala de una sociedad renovada.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Que nosotros llenemos sus exigencias: conviviendo y colaborando fraternalmente en nuestra Comunidad Educativa, y caminando como pedagogos con tus hijos por los caminos de la libertad.
Danos hoy nuestro pan de cada día, el pan de la mesa familiar, el pan de la verdad y la amistad, el pan de la justicia y la libertad, el pan de los ideales y los valores para que lo compartamos cada día con los alumnos que nos confiaste.
Perdona
nuestras ofensas, como nosotros perdonamos, y nuestras limitaciones culpables porque en ellas
empobrecemos a nuestros alumnos. Perdónanos nuestros desalientos y nuestras
impaciencias. Y que nosotros comprendamos y perdonemos a nuestros alumnos.
No nos dejes caer en la tentación de hacer de nuestra vocación una mercancía que se vende y que se compra; de olvidar a los marginados de la cultura y de nuestras estructuras educacionales, de reducirnos a ser funcionarios al servicio de una enseñanza no comprometida con la vida.
Y líbranos del mal del paternalismo que aliena y no deja crecer. Líbranos del autoritarismo que domestica, borrando la originalidad de cada alumno. Y líbranos del mal terrible de no amar a nuestros alumnos.
AMÉN
Muy ungida tu entrada.¡Preciosa! Me alegro de conocerte Angelita, muchas gracias por tu visita, por tu presencia. Un abrazo grande.
ResponderEliminarDios y la Virgen te bendigan.
Estimada amiga Marian: Desde este blog de "Seguir la Senda. Ventana abierta", yo también me complazco en conocerte aunque sólo sea por este medio de comunicación y no en persona, como sería mi gusto. Deseo hacerte sentir mi cercanía por tan cariñoso comentario y amabilidad por tu parte. Que el Señor y la Virgen Santísima te bendigan y te acompañen siempre,junto con mi enorme abrazo agradecido.
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